"El camino hacia las cortes internacionales es muy corto desde el punto en que nos encontramos ahora", dijo una fuente oficial al diario israelí Haaretz.
Esta percepción del gobierno de ese país se basa en los reportes que preparan por separado dos comisiones de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El gobierno israelí colabora con uno de ellos, y teme que el otro sea el más crítico. Ambos documentos serán entregados a las autoridades israelíes a fines de agosto y serán presentados en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a mediados de setiembre.
El gobierno de Israel cree que luego de la presentación oficial de los documentos, figuras públicas de ese país o el Estado mismo podrían ser llevados a juicio internacional, por lo cual equipos especializados de varios ministerios trabajan en la preparación de la posible defensa, basada en la versión israelí de los hechos.
Hace dos semanas, la ONG israelí "Rompemos el silencio" divulgó un reporte con testimonios de soldados que participaron en la operación y aseguraron que Israel violó todas las leyes internacionales de combate, empezando por la primera y más importante, la distinción entre combatientes y civiles. En aquel informe se reportó, además, la utilización de fuego masivo indiscriminado, el uso de escudos humanos, demolición de casas sin objetivo estratégico y otras prácticas por fuera de la normativa internacional.
Esta semana, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel pidió a Holanda que detuviera sus donaciones a la ONG, por considerarla una organización opositora y que toca temas de "especial delicadeza política".
