AFP, por Paula Bustamante
Con el 94,23% de los mesas escrutadas, Scioli obtenía 36,54% de los votos y Macri 34,64%.
El árbitro de la segunda vuelta del 22 de noviembre será el electorado de Sergio Massa, peronista disidente que quedó tercero, con 21,27%.
Macri, de 56 años, dio un batacazo que ni en su búnker se lo creían al quedar a menos de dos puntos del aspirante oficialista a quien todos atribuían una amplia ventaje, hasta el punto de que en entorno no se descartaba el triunfo en primera vuelta.
Ninguno de los candidatos logró sumar el 45% de los sufragios ni el 40% y una diferencia de diez puntos sobre su rival para ganar sin necesidad de segunda vuelta.
El próximo 22 de noviembre los 32 millones de electores inscritos en el padrón tendrán que volver a las urnas, para dirmir el duelo.
Fin de ciclo
Una nueva era empieza en Argentina después de doce años de kirchnerismo en el poder. Primero fue Néstor Kirchner (2003-2007) y luego su esposa Cristina Fernández (2007-2015), impedida por la Constitución a un tercer mandato.
"Lo que ha sucedido hoy cambió la política del país", dijo eufórico Macri (56 años), el empresario que es jefe de gobierno de la Ciudad Atónoma de Buenos Aires desde hace ocho años.
En el búnker de Scioli, en el estadio Luna Park de Buenos Aires, la fiesta se convirtió en desolación con militantes incrédulos que no vieron aparecer a su líder tras conocerse los resultados oficiales.
Otra gran sorpresa fue la elección a gobernador de la provincia de Buenos Aires -gobernada por Scioli desde 2007-, donde se imponía la candidata de la alianza de Macri, María Eugenia Vidal, por cinco puntos sobre el kirchnerista Aníbal Fernández, con más del 90% de los votos escrutados.
Esta provincia es del tamaño de Italia, y con sus casi 16 millones de habitantes cuenta con el 37% del padrón electoral del país.
Esperando a Massa
Massa prometió desde Tigre, un pintoresco y populoso distrito al norte de la capital del que fue alcalde y diputado, emitir próximamente un documento "con responsabilidad" para orientar a sus votantes hacia la segunda vuelta.
"Termina una etapa y empieza una etapa nueva. Nos va a encontrar luchando por aquellos sueños en los que creemos, por ese país que sentimos que la Argentina puede ser si nos animamos a políticas de Estado", dijo el líder de 43 años, del partido peronista de centro-derecha Frente Renovador.
"Vamos a ser guardianes y pelearemos porque la Argentina crezca y se desarrolle", agregó Massa. "El camino del cambio se construye no pensando en cargos, sino en el futuro", proclamó.
El lunes se espera que los candidatos empiecen a dar señales a sus seguidores. Scioli convocó a los "indecisos e independientes" a trabajar con él, en un duro discurso antes de que fuera oficial el balotaje.
No apareció en toda la noche y se espera que reciba a la prensa en un hotel de Buenos Aires el mediodía de este lunes.