La viuda de Benigno Aquino, gran enemigo de Ferdinand Marcos, cuyas fuerzas asesinaron al opositor cuando regresó del exilio en 1983, falleció el pasado fin de semana a los 76 años después de una larga lucha contra el cáncer.
"Puedo sentir el dolor, la pérdida de un ser amado. Si estas dos familias se reconciliaran, sería como un milagro para los filipinos", dijo Imelda Marcos a una televisión local.
La familia Aquino indicó que los miembros de la familia Marcos podían asistir este lunes al velatorio de la ex presidenta, pero que no esperaran un recibimiento cordial.
Estos comentarios se produjeron después de que la hija menor de la ex presidenta, Kristina Bernadette Aquino, agradeciera el domingo a Imelda Marcos que hubiera rezado por su madre.