Las tres bombas que explotaron el domingo, sin víctimas, en algunos comercios de Palma de Mallorca (capital de la isla), diez días después de la muerte de dos guardias civiles tras la explosión de un coche bomba, están en la portada de los periódicos de referencia, como el Frankfurter Allgemeine Zeitung o el Suddeutssche Zeitung de Munich.
También abrieron los noticieros de radio del lunes y no fue menos en las televisiones. Los medios informaron con minuciosidad sobre las vanas investigaciones de la policía en busca de una cuarta bomba.
Tal es el interés, que se podría llegar a creer que las bombas de ETA, que no perseguían objetivos alemanes, han sacudido el territorio alemán.
Y es que casi es el caso, ya que los alemanes representan alrededor del 40% de los 10 millones de turistas que visitaron las Islas Baleares (Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera) en 2008. Y a esta cifra hay que sumarle los 33.000 alemanes que residen permamentemente en el archipiélago, según el instituto español de estadística.
Popularmente conocida como "Trauminsel" (isla de ensueño) o "Urlaubparadies (paraíso de vacaciones), Mallorca fue calificada este lunes de "17no. estado regional" por el Suddeutsche Zeitung.
"Cada año, Mallorca se convierte para los alemanes en un trozo de patria, con una clima más amable", explica el diario.
La "colonización" de Mallorca por los alemanes empezó a principios de los años 90, primero como un destino económico y de baja gama, pero la principal isla de las Baleares se convirtió rápidamente en el blanco de los inversores inmobiliarios, tanto para desarrollar el turismo de masas como el de las élites, como Claudia Schiffer o Boris Becker.
Aunque los británicos también son numerosos (3,4 millones de turistas), nunca han sido partidarios de comprar Mallorca a España para unirla al Reino Unido. El Bild, uno de los periódicos de mayor tirada, hizo campaña hace 15 años para que Alemania la comprara.
Mallorca se convirtió con los años en el barómetro del apetito de los alemanes para sus vacaciones, y de ahí que el sector turístico alemán haya hecho suya la frase: "si Mallorca se resfría, toda Alemania tose".
Por eso, cuando las bombas explotan en Mallorca, toda Alemania tiembla.