En tiempos de vacas flacas algunas señales alcanzan para imaginar un futuro mejor. Y eso es lo que dio Peñarol ante Sporting Cristal: una señal de que está vivo.
El aurinegro se llevó el partido con un buen segundo tiempo, en el que por encima de virtudes en el juego demostró una intensidad que todavía no había expuesto en cancha.
La intención de Da Silva de darle minutos a los suplentes fue aprovechada por los peruanos. Sporting Cristal sacó ventaja de las concesiones defensivas del aurinegro y le llegó cómo quiso.
No extrañó que Alberto Rodríguez marcara a los 17 minutos y que repitiera a los 23.
Con el partido 2 a 0 abajo, Peñarol buscó ponerse en partido. No pudo disimular sus problemas defensivos pero al menos llegó con peligro contra el arco rival. Luis Aguiar descontó a los 27 con un buen tiro de afuera del área.
Sin embargo, Sporting Cristal volvió a sacar rédito de un fondo mal parado. Fue Irven Ávila quien picó a espaldas de los centrales para recibir un pase filtrado y definió ante la salida de Damián Frascarelli.
El segundo tiempo fue todo de Peñarol. El equipo salió mucho más intenso, concentrado, decidido.
Con Palacios por el cada vez más decepcionante Miguel Murillo, los de Da Silva ganaron en explosión y desborde. Más tarde, con el ingreso de Hernán Novick, consiguió el juego en el medio y la sorpresa adelante.
De esta manera Peñarol pasó a imponer las condiciones del juego. Fue Novick quien descontó a los 71 y quien empató a los 80. La remontada la firmó Nicolás Albarracín a cinco del final.
El resultado no cambia la mala actuación de Peñarol en la Libertadores pero al menos reconforta al equipo y le demuestra al hincha que es posible ver un mejor rendimiento que lo mostrado hasta ahora.
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— Contragolpe (@contragolpe180) 20 de abril de 2016
