El Tribunal Oral Criminal Nº 24 de la Ciudad de Buenos Aires confirmará el miércoles si alguna de las personas que está siendo juzgada por la tragedia del 30 de diciembre de 2004 deberá cumplir pena de prisión. Los implicados son los músicos de la banda, el encargado del local, Omar Chabán, un colaborador de Chaban, tres funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y tres policías de la Comisaría 7ª de esta ciudad.
Resta conocer si el tribunal los considerará culpables de “estrago doloso seguido de muerte” o de “estrago culposo”. Esta es la mayor expectativa de todas las partes, ya que las penas varían dependiendo de la carátula. Si los jueces consideran que deben ser juzgados por “estrago doloso”, las penas van de los 8 a los 20 años de prisión, ya que el Código Penal considera que esto implica el conocimiento de que sus actos podían traer consecuencias mortales. El “estrago culposo”, que tiene una pena de hasta cinco años de prisión, reconoce la culpabilidad, pero admite que no tenían conocimiento de que podía suceder la tragedia.
El abogado José Iglesias, padre de Pedro, una de las víctimas, aseguró al diario La Nación que los acusados deben ser juzgados por estrago doloso. "Chabán y Callejeros corrieron una picada a contramano, por la avenida Santa Fe, en la hora pico y con sus familiares en sus autos. Ese fue el riesgo que corrieron al hacer los recitales en un local como Cromagnon”. Tanto los músicos de la banda como Chabán argumentaron durante el juicio que no tuvieron la intención de provocar el incendio, y fundaron su posición en que ellos también perdieron familiares en la tragedia.
Igualmente, ninguno de los acusados será puesto en la cárcel inmediatamente, ya que todas las partes aseguraron que apelarán el fallo, sea por excesivo (los defensores pidieron la absolución) o por insuficiente. La causa pasaría a la Cámara de Casación Penal y la condena quedaría en suspenso hasta que haya una resolución.
Callejeros en Olavarría
El sábado, apenas cuatro días antes de la lectura del fallo, la banda liderada por Patricio Santos Fontanet ofreció un recital para 14.000 personas en Olavarría, una ciudad del interior de la Provincia de Buenos Aires. Ubicada a 350 kilóemtros de la Ciudad de Buenos Aires, se vio convulsionada por la llegada de más de 50 ómnibus repletos de fanáticos de Callejeros.
Según el diario El Popular de Olavarría, el recital se desarrolló con normalidad, y los más de 200 efectivos que participaron del operativo de seguridad “sólo recurrieron a su voz para imponerse”. El show se hizo en la pista de atletismo del club Estudiantes y duró dos horas. En las pantallas instaladas a ambos lados del escenario podía verse el logo de la banda rodeado por la frase "Juzgado de los invisibles", acuñada por los integrantes de Callejeros para despegarse de la tragedia.
"Nos vemos en la próxima", fueron las últimas palabras de Patricio Fontanet en el escenario. Hubo globos amarillos y negros en representación de los fallecidos en la tragedia, y un momento emotivo en el que los fanáticos recordaron a las víctimas y el grupo adhirió interrumpiendo el inicio de una canción.
Cromagnon por dentro
El jueves pasado, el Tribunal que lleva adelante la causa autorizó a los medios de comunicación a ingresar al local de la calle Bartolomé Mitre al 3000, donde sucedió la tragedia. Por primera vez desde la noche del incendio, las cámaras de televisión pudieron registrar cómo es Cromagnon por dentro. Hasta ahora sólo se habían visto algunas fotos y las representaciones digitales hechas por algunos canales.
El local parece haberse quedado detenido en el tiempo. Aún están las zapatillas de los que murieron esa noche, y hasta las vallas de seguridad que se encontraban delante del escenario. Banderas, pintadas en las paredes, mangueras de incendio, todo está en el lugar donde quedó esa fatídica noche.
Una de las imágenes más desgarradoras se encuentra en la pared cercana a la salida de emergencia. Allí se pueden observar marcas de manos, de las personas que intentaron salir por ese lugar y que se encontraron con que la puerta tenía cadenas y candado. También se puede observar un cartel que dice: “Prohibido ingresar con alcohol, cohetes y bengalas”.
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