A remarla otra vez

Uruguay perdió 3 a 1 ante México en el debut de la Copa América Centenario. La Celeste regaló el primer tiempo y levantó de forma notoria en el segundo a pesar de tener un futbolista menos. Diego Godín empató el partido pero Rafa Márquez a cuatro del final sentenció. Los de Tabárez vuelven a jugar sin margen de error.

Actualizado: 05 de junio de 2016 —  Por: Diego Muñoz

A remarla otra vez

Alfredo Estrella / AFP

Igual que en la Copa América de Venezuela y de Argentina, igual que en los mundiales de Sudáfrica y Brasil, igual que en la Copa de las Confederaciones, el debut resulta una piedra en el zapato para Uruguay. Como si dejara arder la mecha y cuando el fuego se apaga echa una gota de aceite para reavivarlo. Así es la Celeste. Una vez más está en problemas, sin margen de error.

Cuando Uruguay no es intenso, cuando luce desconcentrado, cuando carece de tensión competitiva, se vuelve un equipo rústico, vulnerable. Si encima hay rendimientos individuales tan bajos como los que tuvo el equipo en la primera parte la tarea se hace imposible. Los laterales no marcaron, Matías Vecino no fue salida, Nicolás Lodeiro tuvo una sola participación destacable en 45 minutos, Diego Rolan no la tocó. La selección se sostuvo por las manos de Fernando Muslera y la imperial tarea de Diego Godín y Josema Giménez. Arriba, se encomendó a un Cavani que se prodigó como siempre pero al que le faltó compañía.

Con un juego ofensivo, de tenencia de balón, basado en la velocidad de sus extremos, México superó a Uruguay desde el primer instante.

Se llevaban jugados apenas tres minutos cuando Palito Pereira intentó cerrar un centro desde la izquierda y venció su propio arco.

El gol complicó aún más un panorama que de movida se tornó complicado. Los mexicanos pasaban por el medio como querían y, superado el dique de contención, se lanzaban al ataque recargando por los extremos. Corona y Aquino desbordaban a Maxi y Álvaro Pereira para luego ir hacia el área.

La diferencia entre los equipos era abismal. Los de blanco corrían, recuperaban, jugaban, mientras que los de celestes lucían perdidos en la cancha.

Los primeros 30 minutos fueron de lo peor de los últimos tiempos de la selección. Gracias a Muslera y los centrales Uruguay se mantuvo en partido. Tras ese lapso, el equipo pudo al menos mostrar alguna señal de rebeldía al salir del asedio. Cavani tuvo un mano a mano que ganó el arquero y Sánchez llegó hasta el fondo un par de veces.

La Celeste pareció acomodarse y el final del primer tiempo permitía presagiar una charla fuerte de Tabárez para mejorar la postura. Sin embargo, Vecino cometió una falta innecesaria sobre la hora que dejó al equipo con un hombre menos.

A pesar de tener 10 jugadores, Uruguay salió mucho mejor a jugar la segunda parte. Con Tata González por Lodeiro, al equipo se le notaron los rasgos de identidad más reconocibles ni bien se reanudó el partido. Agresivo, decidido, intenso. Parado algunos metros más adelante y con intención de disputar la pelota y no de resignarse a tenerla cuando se pudiera, los de Tabárez generaron tres tiros libre en los primeros siete minutos.

México ya no pudo jugar tranquilo, comenzó a tener imprecisiones y problemas para cruzar la mitad de la cancha. Egidio levantó su juego, González aportó presencia y Sánchez lideró las ofensivas. Por arriba, Uruguay se acercó al empate.

A Godín solo le faltó repartir el agua cuando el partido estaba detenido. Lo demás lo hizo todo. Lideró al equipo desde el fondo, robó pelotas en el medio, esquivó rivales, fue arriba. En una de esas jugadas tuvo el empate Rolan, quien definió con una displicencia desesperante. Fue tal el grado de desdén que Tabárez lo sacó de la cancha para poner a Abel Hernández.

México tuvo un par de llegadas claras de contragolpe que evitó Muslera.

A los 73 Guardado cortó a Sánchez y vio la roja. Del tiro libre llegó el cabezazo de Godín para el 1 a 1.

Cuando parecía que la Celeste seguía de largo, México reaccionó. Sin agobios, volvió a intentarlo por los extremos y otra vez Uruguay retrocedió.

A seis del final Rafa Márquez encontró una pelota en el área y definió con maestría. Uruguay se desquició, los jugadores protestaron ante el juez y los últimos minutos fueron puro nervio. Sobre el final Herrera anotó el 3 a 1.

Ahora se vienen Venezuela y Jamaica. Para seguir en la Copa debe ganarle a los dos. De nuevo, hay que remarla.