El lunes por la noche, la Confederación Sudamericana de Fútbol emitió un comunicado en el que comunica el fin del contrato con la empresa de Casal.
“La compañía Global Sports nos ha notificado la recisión unilateral e injustificada del contrato de estática y de patrocinio de la Copa Sudamericana, firmado con la administración anterior de la Conmebol el 24 de junio de 2015 por un término de tres ediciones del torneo; es decir, para los años 2015, 2016 y 2017”, dice el texto.
En el comunicado se citan palabras del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez: “Lamentamos que Global Sports haya terminado el contrato sin causa justificable a solo días del inicio de la próxima edición de la Copa Sudamericana, hecho que causa enormes perjuicios a los clubes participantes. La Confederación Sudamericana de Fútbol tomará todas las medidas que correspondan para hacer valer sus derechos ante las autoridades pertinentes”.
Este es otro capítulo de la guerra entre Global Sports y la Conmebol. Esta empresa es la que usó Casal para hacer ofertas multimillonarias a la Conmebol con la intención de quedarse con los derechos de la Libertadores. Y fue la razón de su denuncia contra Eugenio Figueredo y Julio Grondona en Uruguay.
Es la segunda vez que se rompe el contrato entre las partes por el tema de la estática. El 2 de diciembre de 2013 el órgano rector del fútbol sudamericano resolvió terminar el contrato que había firmado para que Global Sports se hiciera cargo del patrocinio y publicidad de la Copa Sudamericana.
En ese momento la Conmebol anunció la ruptura en un comunicado: “Con fecha 2 de diciembre de 2013 la Conmebol notificó a Global Sports Partners la terminación del contrato que los vinculara. Fundó su decisión en los graves y reiterados incumplimientos de las obligaciones económicas que a lo largo de toda la relación contractual se han venido sucediendo. Asimismo, formuló reserva para reclamar daños y perjuicios derivados de sus incumplimientos”.
Según cuenta el libro “Figueredo, a la sombra del poder”, de los periodistas Diego Muñoz y Emiliano Zecca, en ese momento Casal no pudo cumplir lo que ofreció por la estática de la Sudamericana. En su apuesta por entrar en la Conmebol, prometió pagar 16 millones de dólares cuando antes se recibía un millón y medio.
El hecho lo mencionó Figueredo en su alegato ante la denuncia propiciada por Casal. “La empresa Global también ofertó una suma mucho más importante que la que se venía abonando hasta la fecha. El 12 de mayo de 2011 se firmó un contrato en relación a los derechos de explotación comercial de publicidad estática y de patrocinio de la Copa Sudamericana 2011, 2012, 2013 y 2014 entre la Conmebol y Global. Pero por retrasos injustificados de pago en las dos últimas cuotas (de U$S 3.250.000 cada una), fue necesario intimar y luego rescindir el contrato que se había firmado”, explicó Figueredo ante la Justicia.
“Cuando empezó a tener problemas para pagar dijo que era porque no podía sacar dólares de Argentina y que le debían una plata a él que cuando se la pagaran se ponía al día. Era lo mismo que iba a pasar con los derechos de televisación, no le iba a dar, pero ofertaba con tal de quedárselos”, explicó para “Figueredo, a la sombra del poder”, un integrante de la Conmebol.
La declaración de Casal
Hace una década que Casal intenta quedarse con los derechos de televisación de los torneos de la Conmebol, en poder de la empresa Fox. Esto fue lo que motivó la denuncia que, a pedido del empresario, presentaron los clubes y la Mutual.
“Hacemos la primera propuesta a la Conmebol en el año 2005-2006 y estaba Leoz. Vamos con el Tano Gutiérrez. Trabajan en mi empresa una cantidad de futbolistas y siempre quise mostrarle que los futbolistas podían; yo fui un poco el que hice que los futbolistas estuvieran en televisión. Vamos con Gutiérrez a Asunción, y yo ya venía hablando con varios, entre ellos con Grondona, y sabía que había alguna joda”, dijo Casal cuando concurrió a declarar como testigo en la denuncia que él mismo impulsó.
El empresario señaló que cuando llevaba las ofertas a la Conmebol de Leoz “nos decían que la registráramos en la mesa de entrada”. “Ahí se hizo la primera oferta. Nos dicen que los contratos vencen en 2010, esto era en 2005-2006. El fútbol seguía demandando que hiciéramos algo”, agregó.
Casal mencionó que “el último contrato que tiene TyT con la Conmebol creo que era de 50 millones por año y nosotros en 2010 ofrecimos 150. No había posibilidad de diálogo”.
La respuesta de Figueredo en ese momento fue que la empresa Global no tenía “ningún tipo de patrimonio que avale sus ofertas”. Agregó que “tampoco nunca presentaron aval alguno junto con las ofertas, que pudiera hacer creíble las sumas de dinero que decían podrían abonar. Siendo además, que, las cifras ofrecidas, no se condicen con el mercado. Es decir, son tan ilógicas, que hacen pensar a cualquier organización que seguramente no se van a abonar. Y fue lo que ocurrió con la empresa global pero en referencia a los derechos de publicidad estática de la Copa Sudamericana”.
Gorka Villar no sigue en Conmebol
La Conmebol también anunció que “de común acuerdo” se dio por finalizado el contrato entre la Confederación Sudamericana de Fútbol y Gorka Villar, quien se venía desempeñando como Director General desde el 5 de diciembre de 2014.
Este hombre es hijo de Ángel María Villar, presidente de la Asociación Española de Fútbol y que actualmente ocupa la presidencia de la UEFA.
Gorka Villar fue señalado por Casal ante la justicia uruguaya y también por Figueredo.
Según dijo el ex presidente de la AUF y la Conmebol cuando fue extraditado a Uruguay, fue el español quien presionó a los clubes para que retirarán la denuncia. La postura de Figueredo fue, al menos, curiosa, porque Gorka Villar fue el hombre que dos años antes, mientras Víctor Della Valle le advertía del juicio y Figueredo era investigado por la Justicia uruguaya, había defendido sus intereses y los de la Conmebol pidiendo que se retirara la denuncia.
El ex fiscal del caso, Juan Gómez, entendía que Gorka Villar era el “ideólogo” de la estructura que se montó en la Conmebol para cometer irregularidades.
Casal le dijo a Gómez que cuando Grondona muere y Figueredo va preso “el sistema siguió siendo el mismo” y apuntó a Gorka Villar. “Acá hay una mafia que tiene los mismos condimentos de una mafia italiana. Está Gorka Villar, que amenaza, cercena y extorsiona. Esta gente cree que tiene derechos y no obligaciones. Esos son los sicarios. Luego están los padrinos, muere Grondona y cosa nostra, que es la reunión de todos los capos”, señaló.