CPTU denunció a Uber por competencia desleal y porque no tiene una presencia regular en el mercado. Como argumentos se presentaron la instalación de Uber en Uruguay, los permisos y la tributación. “La gremial del taxi consideró que era una presencia ilegítima”, explicó Gomensoro.
El comisionado dijo que ellos no analizan si Uber paga los tributos o si tiene libreta profesional. El cometido de la comisión es la libre competencia y las prácticas anticompetitivas. “Desde ese punto de vista y con las pruebas que nos ofrecieron las partes y el estudio del caso encontramos que no existía ilegalidad de parte de Uber. Pero no porque hayamos emitido este fallo estamos santificando una situación que pueda tener irregularidades en otro plano”, afirmó.
La Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia funciona como órgano desconcentrado en el Ministerio de Economía y Finanzas. Su objetivo es garantizar el cumplimiento de la ley 18.159 sobre la promoción y defensa de competencia.
La recomendación: ir hacia un modelo Uber
Pero la comisión no solo rechazó la denuncia, sino que también hizo una recomendación porque durante todo el proceso encontraron “algo valioso”, según Gomensoro.
El comisionado cree que los taxistas tienen razón cuando plantean que ellos están en un mercado rígido, pero la solución no es aplicarle lo mismo a Uber.
“La Intendencia de Montevideo y la Intendencia de Canelones están multando, le sacan las matrículas a Uber como si fuera ilegítima su actividad, lo cual yo creo que no está contraviniendo una ley –en mi percepción que no soy autoridad en materia–, me parece que es un extremo de prohibición. Si hay evasión de tributos, el que está vendiendo un producto en cualquier mercado y no paga los impuestos es sancionable, está generando una deuda con el ente recaudador y eso va a tener multas, recargos; pero si está en el mercado tiene que competir. En este caso lo que salta es determinar qué alcance tienen los tributos en un vehículo que trabaja en estas condiciones. Como no se previó esta situación no se gravo con tributos, ni se reguló el tipo de libreta que tiene que tener el conductor de Uber. Todo eso el legislador departamental y nacional lo está estudiando. En ese marco emitimos esta recomendación, que no es vinculante, pero es una exhortación a las autoridades que tienen atribuciones para regular esto que tengan en cuenta que el mercado sea competitivo, desafiable, que no haya trabas para nuevos competidores y que se fomente en la medida que sea razonable una desregulación que atienda a la oferta y demanda, y no genere mecanismos que por su rigidez no brinde las mejores respuestas a los consumidores”, explicó Gomensoro.
“Si el taxi no puede cambiar su tarifa, no puede modificar la forma de brindar el servicio porque lo apretamos y el otro es libre de hacer lo que quiera… Yo entiendo la competencia desleal, planteemos una paridad impositiva, pero dejemos que jueguen las tarifas, las formas de brindar el servicio y la entrad de nuevos operadores, que no sea tan rígido que para conseguir un taxi tenga que haber uno a la venta y no haya oportunidad de inscribirse”, agregó.
Las diferencias entre Uber y los taxis
Gomensoro puso un ejemplo de su planteo. “Si una persona sale un fin de semana, se toma un taxi de madrugada y hay una fila de taxis esperando, igual paga la tarifa más cara. Eso contradice la ley del libre mercado, debería haber ofertas, promociones, la tarifa rígida lleva a que por el contrario, quien toma un taxi en navidad con un día cargado pague la tarifa más barata. El chofer de Uber responde a un mapeo que le muestra dónde está la demanda y cobra una tarifa de acuerdo a eso. El modelo que hoy presenta Uber desde el punto de vista a de la respuesta a la demanda ofrece ventajas: no tener una rigidez en la entrada y salida de vehículos y por otro lado la calidad que implica cuando hay más de una posibilidad. Eso lo vemos claro cuando hay apertura de corralito mutual, mientras los consumidores no tienen opciones y se tienen que quedar en la mutualista que tienen nadie ofrece nada, cuando se abre las mutualistas se desviven por ofrecer planes para adolescentes, embarazadas”, explicó.
“Entiendo que el mejor sistema es aquel que brinda opciones y que plantea libertad entre los distintos competidores con un marco regulatorio en garantía de un servicio de calidad. Se habló del caso de una embarazada que va a tener familia y para conseguir un taxi tiene que pagar 2.000 pesos porque no hay tarifa regulada. Eso no pasa. Si nos vamos a ese extremo, salvo los productos que tienen un precio tarifado, mañana podríamos decir me siento a almorzar en algún lado y me cobran 2.000 pesos. No ocurre porque la oferta y la demanda hacen que eso no sea viable, justamente, en un mercado desafiable las tarifas tienden a bajar”, agregó.
La denuncia de Uber contra patronal del taxi
En la Comisión de Defensa de la Competencia hay dos expedientes que vinculan a la patronal del taxi con Uber. Uno era éste que tuvo su resolución pero todavía hay otro en curso que refiere a una denuncia de Uber contra la patronal del taxi.
“La empresa Uber negó la ilegalidad en la primera denuncia y a su vez formuló otra contra la patronal del taxi donde planteó que la gremial le colocaba barreras a la entrada y que actuaba de manera cartelizada intentado por diversos medios, como haber registrado su marca, intervenir en su capacitación de choferes”, explicó Gomensoro.
En este caso, el comisionado de Defensa de la Competencia dijo que el análisis es más complejo. “Requiere un estudio profundo sobre la posibilidad de una carterización de la gremial del taxi, que procura evitar el ingreso de un competidor e incluso hay manifestaciones públicas y explícitas de evitar que Uber llegue a Uruguay”, agregó.