"El propofol, las drogas y el Lorazepam se consideraron los principales fármacos responsables de la muerte del señor Jackson. Otras drogas detectadas fueron midazolam, diazepam, lidocaína, y efedrina”, se expresó en el comunicado oficial del forense. El informe final incluye un pericia toxicológica completa que se mantendrá en suspenso por seguridad, a petición del departamento de policía de Los Ángeles y la Oficina del Condado de Los Ángeles del Fiscal de Distrito.
En documentos judiciales, la policía de Los Ángeles ha señalado al doctor Conrad Murray, médico personal de Jackson, como el objeto de la investigación del homicidio. Según una declaración jurada sin sellar en Houston la semana pasada, Murray dijo a la policía que Jackson pasó sus últimas horas rogando por una dosis de un anestésico poderoso.
El médico dijo que se resistió, temiendo que la estrella del pop hubiese desarrollado una adicción peligrosa por el propofol. En cambio, Murray administró Valium sedante, lorazepam y el midazolam, cinco veces en seis horas. Sin embargo, ninguno de los fármacos pudo hacer dormir a Jackson. El cantante siguió pidiendo su "leche", que era la palabra que utilizaba cuando quería el propofol. Murray finalmente cedió y agregó pasó la droga al cantante por un goteo intravenoso.
El cóctel sedantes fue lo que mató a la estrella del pop, según el informe preliminar del forense. Las autoridades han solicitado registros de al menos cinco médicos que trataron a Jackson, así como a las farmacias de Las Vegas y Beverly Hills. Sólo Murray es el único médico nombrado en los documentos de la corte como objetivo de la investigación de homicidio.
Jackson le pidió específicamente a la promotora de conciertos AEG Live para contratar a Murray como médico por 150,000 dólares al mes, para viajar a Londres, donde tenía previsto realizar 50 conciertos.