“Esto tenía un trasfondo, las derrotas electorales, las reformas sociales, la redistribución del ingreso que había acontecido durante 13 años y advenimiento de un momento de crisis por la situación mundial que constreñía a la economía brasilera. Entonces, había que conspirar por el reparto. Sencillamente. Perdidas las elecciones, luego de haber hecho todo el frente político, jamás aceptaron la realidad política de sufrir una derrota y, en todo caso, ir a preparar a sus respectivos partidos para la próxima contienda electoral. No. Escupieron el asado de la democracia”, dijo Mujica.
El expresidente y actual senador contó su visión del juicio político con el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, actualmente suspendido por las denuncias por corrupción en su contra como protagonista.
“Existe un señor Eduardo Cunha al que parece que alguien que pasó por Suiza le dejó cinco millones de dólares a nombre de él pero él no sabe quién fue. Como eso saltó supuso una investigación dentro del Parlamemnto. Y este señor para defenderse fue a hablar con la presidenta y le pidió que la gente del PT en esa comisión no respaldara la investigadora. Y el PT decidió respaldar la comisión investigadora. Entonces, este señor se acordó que en un cajón tenía guardados unos expedientes de tres abogados que habían estudiado el último presupuesto y encontraban elementos para hacer una acusación jurídica. Dijo: 'si me cocinan en la comisión le voy a reventar esto'. ¿Y cuál fue el error del PT, error entre comillas, y el error de la presidenta? No agarrar viaje para tapar un hecho de corrupción. Esto es lo primero. A esta mujer la están condenando por no haber entrado en la corrupción”, afirmó Mujica.
Además defendió la honestidad de Rousseff pero criticó la falta de cintura política de la expresidenta y dijo que Lula se maneja mejor en ese terreno.
“Es un proceso que tiene muchas enseñanzas, también hay que decirlo. La compañera Dilma no tuvo cancha para negociar y sobre todo desconcertó a mucha gente de sus propias filas porque quiso frenar el peso de la crisis económica con algún tipo de medida relativamente conservadora, un poco discutida con su gente. Es decir, una respuesta demasiado técnica y poco política. Además no era afecta a conversar con la oposición. Parece que Dilma no es simpática con los opositores. Todo lo contrario a Lula como estilo”, agregó.
Mujica había dicho en su gobierno que quería ir en el estribo de brasil. Sigue convencido que estar junto a Brasil es el camino.
“La lucha por Brasil no es solo una cuestión de solidaridad, es una cuestión de tremendo interés como latinoamericanos. Este no es un problema solo de Brasil, es un problema nuestro. Nos jugamos la suerte con la historia y la suerte de la Amazonia. Sin Brasil no tendremos jamás masa crítica para poder negociar en el mundo que se viene”, afirmó.
El expresidente criticó el proceso de impeachment contra Dilma porque dijo estaba decidido desde el comienzo y fue una “pantomima”.
“Aquí vino el canciller de Brasil y nos dijo a boca de jarro que esto estaba decidido. Quiere decir que toda esa discusión del Senado fue una gigantesca pantomima. Esto estaba decidido y en otra parte. Se montó un escenario a los efectos de embaucar a la opinión pública con toda la apariencia de un juicio. Pero esto estaba decidido”, cuestionó.