Como es habitual en los encuentros internacionales, antes de comenzar el partido amistoso entre Italia y Francia disputado en Bari, los himnos de ambos países sonaron por los parlantes del estadio.
Cuando comenzó a sonar “La Marsellesa”, un grupo de hinchas italianos empezó a abuchearlo, a lo que el capitán italiano respondió aplaudiendo con sus manos sobre su cabeza, contagiando al resto de sus compañeros y también a los otros espectadores.
El gesto fue recibido de gran manera por la amplia mayoría del estadio y también luego del partido por el pueblo francés. Le Parisien escribió que Buffon “salvó La Marsellesa” y el canal BFM dijo que el arquero era una “encarnación de la clase, cuya influencia llega más allá del terreno del juego”, según citó AS de España.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también felicitó a Buffon, diciendo que “fue un ejemplo para todos” y que “su gesto fue una muy bonita victoria de la cultura y de la civilización sobre la ignorancia”.