Según la exposición de motivos del proyecto, con esta medida se busca disminuir en un 10% la contribución anual de Rentas Generales al Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas.
En 2015, la transferencia para paliar el déficit de la “Caja Militar” fue superior a los 400 millones de dólares.
El nuevo tributo, que es presentado como una contribución pecuniaria y no como un impuesto, es progresivo y será pagado por las pasividades que superen los 50.100 pesos. Por eso el Ejecutivo estima en la exposición de motivos del proyecto que el 80% de los pasivos militares no estará sometido a este nuevo tributo.
La exposición de motivos también señala que se espera que el 65% de la recaudación por este nuevo tributo provenga de las pasividades superiores a los 100.200 pesos nominales.
La tasa progresiva que deberán pagar los militares irá desde el 2% a la primera franja que comienza en los 50.200 pesos, hasta el 20 para quienes superen los 133.600 pesos.
Todo lo recaudado por esta contribución será retenido por el Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas para pagar jubilaciones militares y de esa forma disminuir en unos 40 millones de dólares la transferencia anual de Rentas Generales.
