El proyecto había sido aprobado por Diputados a mediados de diciembre y fue votado sin cambios por el Senado por lo que ya fue enviado al Ejecutivo para su promulgación (ver proyecto aprobado adjunto).
Los municipios estarán integrados por cinco miembros y sus cargos serán electivos y distribuidos por el sistema de representación proporcional. El presidente será llamado alcalde y será el primer titular de la lista más votada del lema más votado en cada municipio. Los restantes miembros se denominarán concejales y serán de carácter honorario.
La ley crea una matriz institucional para la descentralización política con órganos locales electos por el voto popular. Las elecciones serán en forma simultánea con las municipales.
Las Juntas Locales integradas en este momento pasarán a ser Municipios, a partir de la elección de sus autoridades en el año 2010 y en todas las poblaciones de más de 5.000 habitantes se instalarán estos Municipios a partir del año que viene. Las restantes lo harán a partir del año 2015.
En los departamentos donde existan menos de dos Municipios electivos en el año 2010, se incluirán las localidades inmediatamente siguientes en orden decreciente de acuerdo con su cantidad de población hasta completar la cifra de dos por departamento, sin incluir la capital departamental.
Descentralización y desconcentración
La descentralización política va de la mano con la desconcentración administrativa en torno a los Centros de Atención Ciudadana (CAC) que se crearán coordinando los trámites de varios organismos del estado.
Mientras la descentralización supone que se traslada la toma de decisiones al organismo inferior, la desconcentración sólo delega la aplicación de lo ya decidido. La complejidad de la descentralización hace necesario que se haga efectiva no sólo en el plano político, sino también económico y socio cultural.
En Montevideo, la voluntad de la intendencia es pasar de 18 juntas locales a seis municipios (ver “Nueva descentralización para Montevideo”)
El impacto de las Alcaldías
La creación de Alcaldías votadas por los ciudadanos de su zona de influencia e integradas proporcionalmente cambiará el mapa político del país y la forma de hacer política.
Un ejemplo paradigmático es el de Paysandú, donde en el interior del departamento el Partido Nacional fue amplia mayoría. Sin embargo, en la capital departamental el peso del Frente Amplio fue suficientemente grande como para ganar la Intendencia.
Si este proyecto descentralizador hubiera estado vigente, entonces Paysandú tendría un gobierno departamental de Frente Amplio y la mayoría de los municipios (o Alcaldías) del Partido Nacional.
El Partido Nacional y la descentralización
El Partido Nacional fue el que más resistencias puso al proyecto de descentralización en la votación en Diputados en 2008.
Históricamente, mientras los herreristas defienden la centralización, los de tradición wilsonista apoyan la descentralización.
Como la potestad para crear una junta local es a iniciativa del intendente (artículo 262 de la Constitución de la República), algunos ejemplos son ilustrativos de la visión nacionalista. El intendente de Durazno, José Vidalín no tomó la iniciativa de integrar ninguna junta local. Tampoco lo han hecho Armando Castaingdebat en Flores, ni Herman Vergara en Lavalleja, ni Guillermo Besozzi, ni Juan Chiruchi en San José. Todos son nacionalistas. En el otro extremo está el colorado Tabaré Viera que integró todas las juntas locales de Rivera, llegando incluso a la más chicas que es en la localidad de Flores que tiene 13 habitantes.
Representación ciudadana y política
Si bien hay miedo en todos los partidos políticos porque la descentralización supone pérdida de poder del intendente, el tema político de fondo es la participación de la sociedad civil que hoy se canaliza masivamente a través de organizaciones no electivas y fuera de la representación política.
La necesidad de habilitar el espacio político de participación representativa surge, según el informe en mayoría de la comisión que estudió el proyecto, de la inoperatividad del sistema para que la descentralización pase del papel a los hechos: “Muchas veces, quienes han levantado la bandera de la descentralización, a la hora de concretar han apelado al argumento de que no hay capacidad de gestión local, para no hacer nada”, dice el informe.
El cambio supone también un desafío para los militantes locales porque deberán legitimarse directamente con los ciudadanos para poder acceder a cargos.
La recaudación y la financiación de los municipios
Uno de los ejes de discusión fue la descentralización de la recaudación. El Partido Nacional sostiene que es necesario que el municipio cobre los tributos y administre sus recursos argumentando que: “quien recauda cuida porque conoce cuánto cuesta generar ingresos, pero además cuida porque el ciudadano ejercerá todo el control social sobre quien le cobra las partidas”.
El Frente Amplio se opone a este manejo de los recursos porque generaría municipios ricos y municipios pobres.
La ley aprobada establece que los municipios se financiarán con los fondos que destinen los gobiernos departamentales y con los recursos que les asigne el Presupuesto Nacional en el Fondo de Incentivo para la Gestión de los Municipios, que se creará a dicho efecto a partir de fondos que no afecten los que actualmente se destinan a los Gobiernos Departamentales.