Obama, cuyo padre abandonó el hogar cuando él tenía dos años por lo que fue criado por su madre y su abuela, admitió que se había equivocado cuando era joven, pero les dijo a los niños que un origen humilde no significa fracaso. "Eso no es una excusa para contestarle mal a tu maestro, o interrumpir las clases, o abandonar los estudios. No hay excusas para no intentarlo", agregó.
"El lugar donde te encuentres ahora no determina dónde terminarás. Nadie ha escrito tu destino por ti, porque, aquí, en Estados Unidos, tu escribes tu propio destino. Tú construyes tu propio futuro", afirmó.
"Si abandonas tus estudios no sólo te estás abandonando a tí mismo, sino que también estás abandonando a tu país", dijo, tras un gran recibimiento en un liceo de un suburbio de Virgina, en el que pronunció un discurso transmitido por televisión a todo el país.
Obama aseguró que había tenido suerte por haber tenido una segunda oportunidad de aprobar el colegio secundario, llegar a la universidad de Harvard y alcanzar la cima de la política.
El moderado discurso de Obama alentando a los alumnos a estudiar duro y no abandonar los estudios llega tras días de un feroz combate político a raíz de sus últimas intervenciones, con los conservadores acusándolo de querer adoctrinar a escolares indefensos con una agenda de izquierda.
Un puñado de manifestantes se congregó en la escuela secundaria de Wakefield en Arlington, a pocos kilómetros de la Casa Blanca, donde Obama pronunciaba su discurso. "Señor presidente, manténgase alejado de nuestros niños", decía una pancarta.
Otros acusan al demócrata Obama de intentar fomentar un culto a la personalidad y querer conquistar los corazones y mentes de chicos, alejándolos de sus padres conservadores. Precisamente una pancarta enarbolada en la misma escuela por manifestantes decía "Los niños son de Dios, no de Obama".
Algunos colegios se negaron a difundir el discurso, mientras que otros le ofrecieron a los padres la opción de mantener a sus hijos fuera mientras era emitido.
Sin embargo, Obama recibió el inesperado apoyo de la ex primera dama Laura Bush, que afirmó que no le parecía fuera de lugar "que el presidente de Estados Unidos se dirija y estimule a los escolares". "Creo que hay mucha gente que debería hacer lo mismo, es decir estimular a sus propios niños a que continúen sus estudios y trabajen duro para intentar realizar sus sueños", dijo.
La Casa Blanca puso el discurso en su website 24 horas antes para prevenirse de las quejas.
El furor ante el discurso reflejó el radicalizado clima que impera en Estados Unidos mientras Obama trata de aprobar su agenda doméstica, que incluye una controvertida reforma de la salud sobre la que girará su discurso del miércoles ante el Congreso.