Las posiciones quedaron así: Brasil 33 puntos, Paraguay 30, Chile 27, Ecuador 23, Argentina 22, Uruguay y Venezuela 21, Colombia 20, Bolivia 12 y Perú 10. Están clasificados Brasil y Paraguay mientras que Chile tiene cinco puntos de ventaja con seis por jugar sobre el quinto clasificado.
En Asunción, el equipo de Martino logró el objetivo. Después de una mala racha en la segunda rueda, logró seis puntos en esta doble etapa y consiguió lo que todos sabían que iba a lograr: un cupo en Sudáfrica 2010. Desde un maravilloso Salvador Cabañas, Paraguay comenzó a trabajar una victoria clara, indiscutida.
El delantero del América de México jugó un partido sensacional. Tuvo la pelota, asistió a sus compañeros, generó chances de gol y se sacó un 10. La jugada del gol vino por una jugada de él, que zafó de cuatro jugadores y se la puso a Haedo Valdez, su compinche ideal, quien le pegó contra el palo izquierdo de Romero.
Pero Cabañas y Haedo tuvieron un soporte colectivo que comenzó en Justo Villar, quien aún sentido pidió para jugar, siguió en una defensa monolítica y en un mediocampo que marca y juega. Con eso, Paraguay está de nuevo en un Mundial. Como en 1998, como en el 2002 y el 2006.
Argentina no tiene Norte. No sabe a qué juega, no tiene sociedades dentro del campo, no cuenta con orden colectivo y sus individualidades cargan con una mochila que les pesa demasiado. Sobre todo Lionel Messi, indiscutido clase A pero que con la selección argentina no se destaca. A falta de compañeros que lo interpreten, quiere hacer todo solo y se diluye. El “Mascherano y 10 más” que dijo Maradona ni bien asumió sobre quiénes iban a jugar en su equipo está demasiado lejos. El volante del Liverpool está impreciso, comete faltas innecesarias y entrega mal la pelota.
Argentina no generó una sola situación clara de gol y terminó jugada a lo que pudieran hacer Martín Palermo y Rolando Schiavi. Sí. Leyeron bien. Palermo y Schiavi terminaron en el área rival buscando el empate. Entre los dos, generaron la única posibilidad del albiceleste en toda la noche. Para peor, Sebastián Verón fue bien expulsado en el comienzo del segundo tiempo.
El mejor de todos los argentinos fue Fernando Gago pero Maradona pone y saca jugadores sin tener claro qué quiere. Dirigió seis partidos oficiales y perdió cuatro. Argentina nunca estuvo en esa posición. Y por lo visto en el Defensores del Chaco, todavía puede estar peor.
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