El gobierno respondió a las acusaciones de la oposición por ese caso con datos sobre la cantidad de adscriptos al directorio del ente que hubo en gobiernos anteriores en comparación con el número actual.
Según los datos presentados, de 1985 a 2005 los adscriptos llegaron a ser entre 20 y 40, cuando en la administración de Tabaré Vázquez no superaron los seis.
El encuentro se dio a pedido del diputado nacionalista Javier García, quien dijo a El País “que se demostró que es un claro caso de clientelismo político que el gobierno quiere minimizar”.
Para Sendic, lo que sucedió fue un inconveniente pero no hubo irregularidades ni ilegalidades.
Elbio Román Suárez fue contratado en Antel a pedido del prosecretario de la Presidencia, Jorge Vázquez, quien llamó al entonces presidente del ente, Edgardo Carvalho, y le pidió que lo tomara. Tiempo después, saltó a la luz que Vázquez nunca llamó a Carvalho sino que había sido el mismo Suárez quien había distorsionado su voz con un aparato para hacerse pasar por el prosecretario y hermano del presidente de la República, para conseguir un trabajo en Antel.