“Hoy tenemos una lucha bien concreta que marcó el programa (del FA), que a alguno le va a parecer poco: liquidar la indigencia y abatir por lo menos la mitad de la pobreza”, subrayó el candidato a la presidencia.
Por otro lado, Mujica dijo que el próximo gobierno deberá “masificar la cultura y el conocimiento porque no habrá democracia en el futuro si no hay un pueblo inteligente”.
En relación a captar a los indecisos, a los blancos y a los colorados, el senador emepepista explicó que “los únicos que pueden llegar (a ellos) son nuestros compañeros en el mano a mano. Allí, los grandes medios de comunicación no surten efecto porque los tiempos cambian, porque los tipos están pa’ otra. En estos 40 y pocos días compañeros no hay tarea más importante que hablar. Pero no es cuestión de hablar como un baile con tu hermana, no, porque los que están convencidos están convencidos”.
Entre decenas de banderas de las listas 77, 90, 2121, 609, de Uruguay y del mismo Frente Amplio (una de 10 metros de largo), militantes y políticos de la fuerza de gobierno partieron a las 11:00 de la Plaza Líber Falco, ubicada en Lorenzo Fernández y Gallinal, en el barrio Figurita, para instalar 63 casas frenteamplistas. En cada una de ellas se dejaron pegotines, afiches, folletos y listas del FA, que estarán a disposición de los ciudadanos.
Con el mismo fin, otros dos grupos salieron desde General Agustín Muñoz y Ruperto Pérez, y de General Flores y Chimborazo, para encontrarse en Rambla Lavalleja y Velázquez, donde después se realizó el acto.
El recorrido, que fue de unos seis kilómetros (siete para los que salieron de Muñoz y Pérez), se hizo a pie junto a senadores, diputados y figuras del Frente Amplio, como Reinaldo Gargano, Margarita Percovich y Edgardo Ortuño.
Al ritmo de “hay que saltar, hay que saltar, el que no salta es del Partido Nacional”, “mira que bonito mi voto es, rojo, azul y blanco, del Frente es”, y “olele, olala, si esto no es el pueblo, el pueblo dónde está”, gente de todas las edades, posibilidades económicas y religiones –incluyendo la umbandista-, avanzaron a paso rápido y por el medio de la calle, algo inusual en Montevideo.
Cada persona que convertía su hogar en una casa frenteamplista, exhibía el cartel que decía “por un país de primera” y tenía las caras de Mujica y Astori.
Con algunos bocinazos de conductores enojados, la cuadra y media de personas embanderadas cruzó calles muy transitadas, aún los sábados, como Luis Alberto de Herrera, General Flores, Avenida General San Martín, Boulevard Artigas y Avenida Burgués.
Un poco pasadas las doce y cuando faltaban una media hora para llegar al lugar del acto, Mujica se unió al grupo. Sin embargo, tres cuadras después dos personas tuvieron que sacarlo y llevarlo a un auto porque “la gente se abalanzó encima de él” y no lo dejaban caminar, según explicó a 180 una de las organizadoras del evento.
Veinte minutos más tarde, Astori apareció en un Renault Megane conducido por su pareja, Claudia Hugo. Saludó rápidamente, sin bajarse, y siguió rumbo a Lavalleja y Velázquez.
Una vez allí, Mujica saludó a los presentes y, con una sonrisa, dijo que esa había sido la marcha contra el colesterol. Por otro lado, reiteró que sigue soñando “con un mundo que no tenga clase sociales, y con masificar la cultura y el conocimiento, porque no habrá democracia en el futuro si no hay un pueblo inteligente”.
Por su parte, el candidato a la vicepresidencia agradeció a los militantes “por esta magnífica inyección de optimismo, de alegría de entusiasmo y de convicción frenteamplista, porque ésta es la columna de mensajeros de la victoria”. Y agregó, “el Frente Amplio son ustedes, los que estamos en este estrado somos humildes intérpretes de lo que ustedes piensan, de los sueños de todos”.
En respuesta a dichos de la oposición, el ex ministro de Economía indicó que “hay algunos que nos proponen no hablar del pasado pero están intentando hacer otra cosa peor, volver al pasado. Y nosotros no queremos volver a un pasado de crisis, de frustraciones, de pobreza, de indigencia, de injusticia. Vamos a hablar de ese pasado para comparar lo que ocurrió con lo que conquistó el primer gobierno de izquierda en la historia del Uruguay”. Por otro lado, Astori pidió a los frenteamplistas que no subestimaran al adversario “que es muy poderoso”.