Waze es una aplicación que “busca ahorrarle al menos cinco minutos por día al usuario en el trayecto al trabajo”, dijo en No toquen nada Pablo Ferrari, editor senior y country manager de Waze.
Funciona con los datos que envían de forma automática los propios usuarios que tienen la aplicación activa, acusando cuál es la velocidad a la que se desplazan, información que el sistema usa para determinar dónde hay embotellamientos u otros problemas en el tránsito.
Dentro de las funcionalidades de Waze están las notificaciones de cuáles son las máximas velocidades permitidas en las calles por donde se desplaza el conductor.
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La aplicación selecciona cuál es la ruta más práctica para el usuario pero si bien marca dónde se encuentran las cámaras de fiscalización de la Intendencia de Montevideo, no crea rutas alternativas para evitar pasar por esos puntos de control.
“La única forma en que Waze te va a desviar del camino es si hay un embotellamiento y encontró una vía más rápida o si la calle está cerrada”, comentó Ferrari.
Para realizar el mapeo de las calles, Waze recolectó información de varios países, solicitando a los editores que les brindaran los límites de velocidad de un porcentaje de las autopistas y calles para luego extrapolarlo a todo el país. “Con el resto de los editores, en tres días llegamos a esos requerimientos y gracias a eso, cuando Waze liberó la funcionalidad, Uruguay estuvo entre los tres primeros países que tuvieron acceso a esa información”, añadió.
Waze emite una serie de métricas a los mapas realizados por los usuarios de cada país, como forma de calificar su “calidad”. En Uruguay, los mapas obtuvieron un 98% de aprobación.
Los editores contribuyen a la aplicación de forma honoraria y cualquiera puede desarrollar ese rol, aunque se va aumentando progresivamente en la libertad para editar. En un principio, solo se puede editar a 1,5 km a la redonda de donde se ha conducido habitualmente, indicó el editor senior de la aplicación.
