IMM recambiará 500 contenedores

La Intendencia Municipal de Montevideo está pensando en recambiar 500 de los 7.500 contenedores que hay en la capital porque, de tantas veces que han sido incendiados, ya no soportan más arreglos. Por esta compra, la comuna deberá desembolsar 500.000 euros.

Actualizado: 16 de setiembre de 2009 —  Por: Cecilia Saibene

IMM recambiará 500 contenedores

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El año pasado, se incendiaron -en promedio- 400 contenedores por mes, según datos enviados a la Dirección de Limpieza de la IMM por Bomberos. “Este año, ya sobre comienzos de año, se vio una disminución por mayor vigilancia y trabajo más rápido de Bomberos”, dijo a 180 Eduardo Pereyra, director de esa área. Ahora se queman unos 150 por mes, la mayoría en el centro aunque “no hay una zona específica”.

Cuando un contenedor es incendiado, el costo no lo paga solamente la intendencia, que tiene que sacarlo de circulación y arreglarlo, sino también los vecinos, que se quedan sin lugar donde tirar la basura por algunos días.

La reparación de cada contenedor cuesta aproximadamente 300 dólares, porque se queman “amortiguadores, goma y pintura”, continuó Pereyra, quien señaló que después de varios incendios “hay que cambiarlo”. Repararlo cuatro veces sale el mismo dinero que comprar uno nuevo.

Si los contenedores no sufrieran estos daños, podrían durar -haciéndole pequeñas reparaciones y mantenimiento- “por lo menos 10 años” porque son fuertes y están hechos de material resistente, señaló el director de Limpieza.

Los primeros comenzaron a instalarse en 2003 y ahora se planteó el recambio de unos 500, que sucederá sobre fin de año. “Ya ha habido algunos recambios pero nunca en forma conjunta, pero producto del vandalismo se tienen que adelantar algunos plazos”, indicó el jerarca.

Cada contenedor cuesta 1.000 euros y son importados de Italia a través de la empresa OMB, que ganó la licitación.

Pereyra dijo a 180 que se está estudiando la posibilidad de “agregarle algo a los contenedores para protegerlos del fuego. Se nos ofreció material, una pintura que se agrega adentro del contenedor y evita el incendio porque genera una capa protectora en la chapa. No es tan caro, está en la etapa de consideración”, explicó.

Con respecto a los 85 contenedores anaranjados que fueron instalados hace unos meses en Buceo y Malvín, el director señaló que siguen en etapa de evaluación. “Si bien la experiencia al día de hoy no es mala, tampoco estamos completamente conformes con como se ha comportado”, indicó. Y agregó, “tenemos el equipamiento y más contenedores, y estamos evaluando si probar o no en otras zonas” pero dijo que no se ha avanzado porque no sabe si va a funcionar.

Cuando se realizó la instalación de esos contenedores en el Comunal 7 (que comprende a esos barrios), se hizo una campaña con los vecinos para que depositaran los residuos de forma que pudieran ser reutilizados. Por ejemplo, que el cartón estuviera limpio, esté seco y doblado -para que ocupe menos espacio en el contenedor-, que los envases estén aplastados y el plástico limpio. Para Pereyra, lleva su tiempo enseñar a desechar la basura correctamente.

En los contenedores anaranjados se puede tirar plástico, cartón, bolsas, telas, metales, vidrio y papel limpio, que después son recogidos por un camión especial -diferente del que recoge el contenido de los verdes- que los lleva a una planta de clasificado.

Allí, cooperativas de clasificadores reciben los deshechos, los separan y ven qué se puede reciclar. La ganancia producida es para ellos. “Nosotros estamos promoviendo que los clasificadores se organicen y no trabajen en la calle, por eso les arrimamos estos materiales. Nosotros ganamos que no hay tantos clasificadores en la calle y que, cosas útiles que podrían enterrarse en el vertedero, se reutilizan”, apuntó Pereyra.