“Los cambios en las legislaciones pueden llevar a una menor percepción de riesgo y una mayor disponibilidad de la marihuana que resulten en un consumo significativamente mayor entre niños y adolescentes”, dicen los pediatras en uno de los puntos de la declaración emitida tras una reunión en Montevideo los primeros días de mayo.
Luego afirman que “están bien demostradas las consecuencias negativas del consumo de marihuana durante el embarazo y en los niños/as y adolescentes con relación al aprendizaje, la deserción estudiantil, la salud mental, los riesgos de adicción y lesiones producidas en siniestros de tránsito”.
Los médicos también cuestionan el uso medicinal de la marihuana y dicen que la planta no debe emplearse con ese fin.
“El uso medicinal de derivados del cannabis en pediatría se encuentra en proceso de investigación y debe ser regulado con el mismo rigor científico que otros productos farmacológicos”, afirman.
Por último la declaración sostiene que “el consumo de marihuana atenta contra el desarrollo integral e hipoteca el futuro de generaciones de niños/as y adolescentes. Instamos a reflexionar y promover estrategias para revertir esta realidad, como las que ha demostrado ser exitosas en otros países”.