El candidato a la Presidencia por el Frente Amplio (FA) propuso una cadena de pequeños mataderos para enfrentar el control de los frigoríficos y señaló que en un gobierno de izquierda la autonomía universitaria “debería ser más relativa”.
La obra – que llega una semana después del escándalo que generó el libro de Alfredo García Pepe coloquios- no tiene insultos ni salidas de tono, pero sí varias frases que Mujica adelanta pueden generar polémica y discusión. “En los próximos 15 años no va a haber un sólo gurí que no vaya a la Universidad, esa es la capitalización del país”, señaló Mujica a Blixen. Agregó que está convencido de que se debe impulsar tres o cuatro universidades públicas en el interior del país. “Me temo que se va a armar flor de lío (…) Porque van a aparecer los intereses corporativos”, expresó.
Para Mujica está bien que haya más universidades privadas. Además, dijo que si hay un gobierno de derecha, la autonomía universitaria es fundamental, pero en un gobierno de “corte popular la autonomía debería ser más relativa, una sujeción al interés nacional”.
El libro de Blixen está compuesto por una serie de entrevistas donde Mujica se explaya sobre sus principales preocupaciones y pasiones. El campo es el eje central y llega a un nivel de especificación que es sólo para entendidos: “los cloroplastos tienen sus propios genes, que se parecen más a los de las bacterias que a los de las plantas. Nos estamos asomando a una cantidad de misterios que reclaman respuestas. Si llegamos a imitar de modo medianamente eficiente los discos tilacoides, que están ahí, a la mierda el problema de la energía sobre energía”.
La propiedad privada y los frigoríficos
Mujica se refirió a la propiedad de la tierra y las sociedades anónimas (SA). Señaló que cuando habló de la propiedad de la tierra sólo recordó que Wiilson Ferreira Aldunate proponía un tope para la tenencia. “Pero salieron diciendo que yo quería liquidar la propiedad privada”, señaló. El libro contiene un fragmento del programa de gobierno de Por la Patria propuesto por Ferreira Aldunate. Allí se lee: “La Política de tierras está desarrollada sobre la base de la imposición fiscal y la expropiación, fijando según criterios de potencial productivo los límites para la propiedad de la tierra estableciéndose un máximo de 2.500 ha (hectáreas)”.
Para Mujica la piedra del escándalo con el Partido Nacional -en el gobierno del Frente Amplio- fue la ley que elimina las sociedades anónimas agropecuarias, excepto las que cotizan en bolsa. “Aquí si un veterano se enamora de una piba y quiere dejar en pelotas a su mujer, hace una sociedad anónima”, señaló. Mujica se pregunta por qué debe ser privado el suelo y propone un proceso gradual “que reubique al capitalismo en la explotación de la tierra pero que vaya quedando propiedad del suelo con uso social”.
Mujica propone en el libro una cadena de pequeños mataderos, públicos o privados, para controlar el precio de la carne. Para Mujica el consumidor es víctima de la cadena: “allí hay capitalistas – ganaderos o frigoríficos- que entran en la categoría de malos europeos y peores americanos de Artigas”. Según Mujica, “esto da libertad de mercado, ¿no hablan de la competencia? Bueno, vamos a montar la competencia”, señaló.
La acelgas
En el último capítulo Mujica habló de capitalismo y socialismo. “¿Qué estoy haciendo? Reinventando el capitalismo. Yo no renuncio al socialismo. Pero en lugar de jetear me dediqué, en la medida de lo que puedo, a construir”, señaló. “Nada de poner al Estado como patrón, porque esa película ya la vivimos. Y no es pasarse al capitalismo. Es buscar el socialismo por otro camino”.
El candidato a la Presidencia por el FA terminó el libro con su amenaza de “volver a las acelgas” si no le llevan sus ideas. “Es una pelea durísima, pero con las que hemos pasado, esto es una bicoca. La gente te da fuerza, el desafío te motiva, te establece una demanda”.