Seguridad: sólo 40% paga aportes

Según los Trabajadores de la Seguridad Privada, de las 300 empresas que trabajan en plaza sólo 120 vuelcan aportes a la seguridad social de sus trabajadores. En Uruguay hay 13.000 guardias de seguridad privados que cubren -según estimaciones del Ministerio del Interior- el 30% de la demanda de seguridad en el país. Cinco mil de esos guardias portan armas.

Actualizado: 21 de setiembre de 2009 —  Por: Redacción 180

Seguridad: sólo 40% paga aportes

Sin datos (Todos los derechos reservados)

El viernes, la Cámara de Empresas de Seguridad del Uruguay, el sindicato de Trabajadores y la entidad controladora del Ministerio del Interior, se reunieron en la Asociación de Funcionarios de Anda para debatir sobre el futuro de esta actividad. Los guardias de seguridad agremiados quieren cambiar varios aspectos de su trabajo. Su tarea está marcada por el bajo salario que perciben, que contrasta con el alto riesgo al que se exponen, y también por las largas jornadas de trabajo.

Hugo de León, director del Registro Nacional de las Empresas de Seguridad del Uruguay (que responde al Ministerio del Interior), dijo a No Toquen Nada (Océano FM) que la seguridad privada “es un sector que está creciendo en la región y en el mundo porque no incluyen solamente la física -es decir, la vigilancia hombre-, sino la seguridad en otras áreas, seguridad electrónica en sus distintas modalidades, seguridad en sistemas de circuito cerrado de televisión y alarmas”.

Para el director, Uruguay es un país geográficamente chico “con leyes que nos ayudan mucho en el sentido que son nacionales -tanto las leyes como los decretos”. Es un mercado que se 'autosanea' porque, si bien hay informalismo como existe en otros lugares, el nivel de informalismo en nuestro país es el nivel más bajo de América Latina”.

El informalismo en el sector es reconocido por las propias empresas, que se sienten perjudicadas por esta evasión a los derechos laborales. Susana Ferrara, presidenta de la Cámara Uruguaya de Empresas de Seguridad, dijo a No Toquen Nada que “esos bolsones de irregularidad perjudican al sector, bastardean el salario del trabajador e impiden el crecimiento sano de las empresas. Es un tema central en nuestro trabajo como gremial empresarial. Y vamos a trabajar seguramente confluyendo con los trabajadores en esa área”.

En el encuentro del viernes, a pesar de las diferencias hubo un punto en común: combatir el informalismo. Luis Briozzo, dirigente sindical de los guardias de seguridad, dijo a un periodista de la radio que “eso está pasando con algunas empresas que -generalmente- son las que están aceptadas por el Ministerio porque fueron aprobadas, pero que no hacen los aportes al Banco de Previsión Social (BPS). Digamos que hay una serie de las tantas que están autorizadas que sí hacen aportes, pero hay otro montón que no hacen aportes”, indicó.

En el debate que hubo, muchos trabajadores denunciaron que en alguno casos, las armas que portan están en malas condiciones. También mostraron disconformidad con la escasa capacitación. Hugo de León, señaló que la capacitación exigida a los guardias de seguridad está establecida: un guardia sin armas son 20 horas y para un guardia con arma son 28 horas. “También se exige un test sicológico cuya validez es de tres años. A los tres años hay que hacer de nuevo el test sicológico y el curso de capacitación”, afirmó el director.

Para los guardias de seguridad o prestadores de servicios que se desempeñan en locales bailables o nocturnos en general, “el test sicológico tiene una duración de un año”, añadió.

Ese test, está hecho por un “profesional sicólogo. Cómo hace el sicólogo el protocolo va a depender de lo que aprendió el profesional, que tiene un título habilitante. Con eso no podemos injerir nosotros porque estaríamos invadiendo la competencia del profesional”, finalizó de León.

Otro de los puntos que los trabajadores de la seguridad criticaron fue la falta de capacidad inspectiva que tiene el registro de empresas de seguridad del Ministerio del Interior. Existe y controlan, pero no tienen los recursos necesarios para hacerlo bien, según los trabajadores. La oficina estatal cuenta con 10 funcionarios ejecutivos para inspeccionar a los 13.000 guardias y 300 empresas del sector. De León, director de ese registro, dijo que están estudiando cambiar la normativa.

“En abril de este año se creó una comisión, con la autorización ministerial, para estudiar toda la normativa de seguridad privada, que data de muchos años. Queremos adaptarla a los tiempos que van corriendo en atención a que han surgido nuevas tecnologías y es necesario incorporarlas. Por otro lado buscamos acoplar los decretos que existen, los instructivos y circulares, en un único cuerpo normativo”, explicó el director.

Lo que quedó como tema de fondo, es que los vigilantes quieren ser vistos de otra manera por la sociedad. Luis Briozzo, dirigente sindical, dijo a No Toquen Nada que “están mal visto los guardias, estamos intentando abrir la cancha con respecto a ese tema que creo que los empresarios lo entendieron. Hay una visión social en la opinión pública que dice que el vigilante está degradado casi a la última categoría. Hoy se intentó demostrar que no es una última categoría. Desde el lado de los trabajadores, o de los sindicatos, se busca que haya una mejor visión y para eso tenemos que trabajar juntos, por eso propusimos el debate”, aclaró.