El proyecto de normativa para regular la situación de los carritos de preparación y venta de alimentos que estudia la Junta Departamental responde a un interés de la Intendencia de Montevideo por aglutinar en un único marco jurídico a todos los vendedores de comida que actúan en el espacio público.
Se introduce el concepto de móviles de preparación, servicio y venta de alimentos, que engloba tanto a los carritos grandes que venden chorizos y hamburguesas, como a los pequeños de garrapiñada o tortas fritas, así como a los recientemente creados food trucks.
El texto agrega que todos estos precisarán de una habilitación del Servicio de Regulación Alimentaria (SRA), que se otorgará “de acuerdo a proyectos alimentarios presentados oportunamente”. Este permiso será específico en cuanto a espacio y duración temporal para cuando se coloquen en el espacio público.
Christian Di Candia, prosecretario de la Intendencia de Montevideo, dijo a 180 que la normativa propone un cambio rotundo respecto a la vigente, en la que se permiten determinados tipos de alimentos nombrados específicamente. Con esta redacción, no hay ningún tipo de comida vedado a priori, siempre y cuando el proyecto presentado en el SRA cumpla los requisitos.
Además, deberán ajustarse a requisitos constructivos, de seguridad, de ubicación y de funcionamiento. Por ejemplo, quien expenda o elabore comida no podrá manejar dinero; quedará prohibido lavar, picar o pelar frutas y hortalizas en el móvil para evitar la contaminación de los alimentos con el entorno callejero; y no podrán emitir música o ruido superior a 60 decibeles A o a los límites fijados por la Intendencia, entre otros aspectos.
Otra novedad del proyecto es que no se otorgarán permisos a los móviles que estén “frente a bailes y establecimientos de entretenimiento nocturno, entre las 20:00 y las 9:00”. Di Candia explicó que esto se une a la línea de trabajo de la Intendencia por eliminar los ruidos nocturnos. Se busca evitar las aglomeraciones que se generan ante carros de panchos u otras comidas rápidas en la madrugada frente a locales bailables.
También, la normativa establece que “los permisarios serán responsables de la limpieza del entorno en un radio de cinco metros del vehículo” y tendrán prohibido arrojar desperdicios o efluentes a la vía pública.