En caso de aprobarse este requisito se sumaría al sistema de frenos ABS y los airbags que se exigen a los cero kilómetro en Uruguay (además de apoyacabezas y cinturones de seguridad en todas las plazas).
El proyecto fue planteado desde la juventud del Partido Nacional y señala que “este requisito de seguridad es obligatorio en Europa desde el año 2014, y en la región, Argentina ha previsto su obligatoriedad a partir del año 2018”.
Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP, comentó las ventajas del sistema de control electrónico de estabilidad.
“Es una tecnología que evita que perdamos el control del vehículo. Por un lado mira lo que está haciendo el conductor con el volante y los pedales y por otro mira hacia dónde se mueve el auto. Si ve que hay alguna incongruencia, toca el freno en cada rueda y lo pone en la dirección que el conductor quiere llevar el auto. Funciona en todas las situaciones, pisos y velocidades, obviamente con distinto tenor. Se estima que esta tecnología que está llegando al segundo lugar luego del cinturón de seguridad en su capacidad de salvar vidas”, afirmó.
Furas dijo también que su inclusión en los vehículos tiene un costo muy bajo para los fabricantes. “Tiene un costo de 50 o 60 dólares máximo para el fabricante, es realmente muy accesible”, explicó.
En la exposición de motivos del proyecto de ley se afirma que “en la actualidad y partir de diversos estudios, se ha comprobado que el control electrónico de estabilidad es uno de los avances tecnológicos más importantes en materia de seguridad activa, presentándose como el avance más significativo en seguridad vial desde la introducción del cinturón de seguridad”.
El proyecto establece un plazo de 12 meses luego de que se promulgue la ley para que se comience a exigir este sistema en los cero kilómetros que se vendan en el país.
