Durante la sesión de Diputados que se votó que el 19 de marzo de cada año sea el Día de la Laicidad, los legisladores del Partido Nacional Gerardo Amarilla y Álvaro Dastugue djeron que no todos entienden la laicidad de la misma manera y que existe una laicidad negativa.
"Lamentablemente en nuestro país a lo largo del Siglo XX se ha instalado una actitud de olvido hacia lo religioso, una especie de libertad de indiferencia. Esto sucede cuando se confunde el principio de laicidad con la ideología laica negativa, o sea, el laicismo, presentando esta un desconocimiento de la realidad, donde se excluye al fenómeno religioso del horizonte cultural. Se lo condena a la indiferencia en el ámbito público quedando relegado al ámbito privado", dijo Dastugue.
"Se opone a una visión integral del hombre. De esta forma la laicidad negativa se manifiesta como un profundo escepticismo, una postura que niega la raíz de lo religioso-espiritual de la sociedad, lo cual ataca a la neutralidad, por construir una postura ideológica militante contra el hecho religioso. Quiero precisar estos términos, porque bajo la consigna de laicidad se pretende erradicar el concepto de lo religioso, lo espiritual", agregó.
"Hay concepciones que hablan de una laicidad restrictiva, limitante, negativa, donde el estado de alguna forma trata de reducir o recluir en el ámbito privado de las personas el concepto religioso, y habemos otros que hablamos de la laicidad positiva, de un estado que garantice y promueva las diferentes concepciones de vida y visiones religiosas. Tal vez hubiera sido un acto de una visión laica haber incluido el término 'libertad religiosa'", señaló Amarilla.
La diputada blanca Graciela Bianchi dijo que las libertades están aseguradas.
"Tranquilos, está incluida la libertad religiosa. Está incluida, es la esencia como lo es la política, como es lo filosófico, como es lo artístico, del concepto de laicidad", afirmó.
El diputado colorado Ope Pasquet dijo que las libertad de culto está asegurada para los que creen incluso se ampara con el Código Penal.
"El estado laico no es un estado antirreligioso, es un estado que se abstiene de interferir en la cuestión religiosa, es un estado que respeta y defiende la libertad de los ciudades, que respeta la libertad de creer de los que creen y respeta la libertad de no creer de los que no creen. Y tanto respeta la creencia de aquellos que sostienen alguna fe religiosa que en el Código Penal del Uruguay hay varias figuras delictivas que protegen precisamente el sentimiento religioso y la libertad de cultos. El estado no cree, no toma partido, pero ampara el derecho de las personas a creer lo que quieran y las defiende hasta ese punto de establecer normas penales para ampararlas", explicó.
