Los sondeos de opinión otorgan ventaja al macrismo como primera fuerza nacional. La principal opositora es la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, postulada a senadora por Unidad Ciudadana en la estratégica provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40% del padrón de 33,1 millones de electores.
Fernández aspira a una banca del Senado con el argumento de "ponerle un freno" a Macri en su política de ajuste de tarifas, financiamiento del déficit fiscal con deuda y flexibilización de leyes laborales.
El presidente, de su lado, llamó a "no volver al pasado" de un "populismo que fue alterando la cabeza de la gente".
"Un triunfo de Macri es una señal de salida del populismo y una señal de que el rumbo económico se mantiene", afirmó el politólogo Rosendo Fraga, de la consultora Nueva Mayoría.
Polarización
La madre de todas las batallas será la provincia de Buenos Aires. "Hay una intensificación de la polarización bonaerense, más que en las primarias" obligatorias del 13 de agosto, dijo el politólogo Facundo Nejamkis, de la consultora Opina Argentina. Fernández se impuso en la provincia por escaso margen, pero el macrismo fue el más votado a nivel federal.
En el distrito bonaerense, del tamaño de Italia, Fernández enfrenta a Esteban Bullrich. Al frente del proselitismo estuvo la gobernadora provincial, María Eugenia Vidal, de mejor imagen incluso que Macri, tras vencer al peronismo en su bastión en 2015.
Las compañías encuestadoras González y Valladares, Management & Fit, Rouvier, Circuitos, Poliarquía, Sinopsys, Taquion y Opinaia pronosticaron para el macrismo una diferencia promedio mayor al 3,5% en la estratégica provincia.
Los votantes renovarán la mitad de la cámara de Diputados de 254 escaños y un tercio del Senado de 72 bancas.
(AFP)
