"En 2017, la violencia ciega y extrema mató al mayor número de niños visto hasta ahora, un 50% más que en 2016", dijo el organismo en un informe, en el que señala que el año 2018 se anuncia aún más sombrío.
Más de 200 niños murieron en los bombardeos del régimen sirio y las fuerzas aliadas contra el bastión rebelde de Guta Oriental desde febrero, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), lo que representa alrededor del 20% de las víctimas de esta ofensiva.
UNICEF cita en su informe a Sami, un niño del sur de Siria que actualmente está refugiado en Jordania.
"Salí a jugar en la nieve con mis primos. Cayó una bomba. Vi las manos de mi primo volar delante de mi. Perdí mis dos piernas", cuenta el menor.
Los niños discapacitados "se enfrentan al riesgo, muy real, de quedar olvidados y estigmatizados mientras continúa el conflicto", destaca el director regional de UNICEF, Geert Cappelaere.
Según UNICEF, unos 3,3 millones de niños están expuestos a los dispositivos explosivos por todo el país, y decenas de escuelas se vieron golpeadas en 2017.
AFP