Nacional no le encontraba la vuelta al partido. El equipo tenía problemas para atacar, con sociedades que no funcionaban e intentos previsibles. Boston River tenía más la pelota, la hacía circular, generaba espacios en ataque.
Pero a los 35 minutos el pibe Oliva recibió a 30 metros del arco y en un abrir y cerrar de ojos sacó un tiro espectacular que se metió en el ángulo del arquero Gonzalo Falcón. Entonces se terminaron los problemas.
Con lo justo, el Tricolor ganó un partido que tiene mucho valor porque le permite llegar al clásico con dos puntos de ventaja.
La primera media hora fue de Boston River. A pesar de haber jugado entre semana por Copa Sudamericana en Colombia el equipo de Apud estuvo bien físicamente y se adaptó al ritmo del partido.
Nacional tenía limitaciones en ofensiva y Oliva estaba demasiado solo en el medio. Le costaba progresar en bloque y le faltaba chispa para atacar.
En medio de un partido sin demasiadas luces llegó el golazo de Oliva.
Si bien en la segunda parte los de Medina carecieron de profundidad al menos tuvieron el control del juego. El partido se desarrolló como quería Nacional.
Boston River tuvo la pelota pero fue incapaz de concretar.
A falta de 20 minutos para el final del partido la hinchada empezó a cantar que “el domingo cueste lo que cueste” tienen que ganar el clásico. Ese al que Nacional llega con ventaja gracias a Oliva.
