El lobby de los pacientes y lo negativo de legislar sobre enfermedades

El diputado Daniel Radío habló en No toquen nada del debate sobre el proyecto de ley para prevenir la fibromialgia. Destacó la necesidad de contar con la opinión de técnicos para legislar; a la vez que reflexionó sobre “la capacidad de lobby” de los pacientes y su influencia en la inclusión de temas en la agenda parlamentaria.

Actualizado: 16 de abril de 2018 —  Por: Redacción 180

El lobby de los pacientes y lo negativo de legislar sobre enfermedades

adhoc© Javier Calvelo

Durante la sesión del pasado 14 de marzo, en la que se trató el proyecto de ley que promueve la prevención y el tratamiento de la fibromialgia, el diputado del Partido Independiente y doctor en Medicina, Daniel Radío, votó a favor pero realizó un llamado de atención a los legisladores.

Radío dijo que si bien el Ministerio de Salud Pública es quien define las prestaciones de la salud, cuando los legisladores votan aspectos de una ley también “meten la mano”, así como también lo hacen pacientes que acuden a un juez cuando no consiguen tratamiento para la enfermedad que padecen. “Cuando todos meten la mano, nadie es responsable. Ese es un problema para el país que tenemos que atender y que nos tenemos que dar cuenta que tiene que estar definido en instancias técnicas independientes”, dijo Radío en esa sesión.

En entrevista con No toquen nada, el diputado dijo que si bien está de acuerdo con lo que dice el proyecto sobre fibromialgia, existe una discusión académica sobre dicha enfermedad, acerca de si constituye o no una entidad nosológica. “Los debates académicos no se dirimen democráticamente, no es por mayoría”, mencionó el legislador.

Además, dijo que aunque hubiera consenso entre la comunidad académica, no tendría que haber una ley porque de ser así debería haber una para cada enfermedad. “Integré la comisión de Salud en el período pasado. Pasaba que venían pacientes de distintas patologías y decían que había que modificar determinada ley. Está bien, tienen razón, pero con los de las otras patologías que no vienen, ¿qué pasa? ¿De qué depende nuestra capacidad legislativa? ¿De la capacidad de lobby de los pacientes portadores de determinadas enfermedades?”, añadió Radío.

Mencionó que los legisladores son “permeables a esas cosas” por lo que “no es lo más saludable” para el sistema.

Para el diputado y médico, al contar con recursos finitos para dedicar a la salud, cuando se toma la decisión de asignar recursos a un sitio, “estoy tomando otra decisión que es que esos fondos no van a ir hacia otro lado”.

Agregó que “estas cosas no se deberían dirimir en el Parlamento”, porque se termina dando “un tire y afloje de recursos que no contribuye a una mirada global del tema”.