El fútbol uruguayo tiene ese qué sé yo. Para bien y para mal. Esta vez se dio un hecho insólito, protagonizado por Ferreyra, que cometió un error de cálculo y terminó el partido cinco minutos antes. Un apagón a comienzo del segundo tiempo llevó a que el juego se detuviera 15 minutos. Por eso al cumplirse los 90 el árbitro adicionó 18 minutos. Pero lo terminó a los 13. Los jugadores se saludaron, los técnicos fueron para el vestuario, el público comenzó a irse. Cuando Ferreyra se dio cuenta ordenó jugar los cinco minutos restantes, donde además Atenas descontó.
Más allá de esa situación inesperada, Nacional quedó a un resultado del título. Lo conseguirá si el domingo no gana Peñarol o si la semana que viene le gana a Danubio en Jardines.
El Tricolor fue mucho más que su rival durante todo el partido. Otra vez el medio hizo la diferencia. Con Cristian Oliva y Sebastián Rodríguez el equipo tiene marca y juego, abastece a los volantes más adelantados y a Bergessio.
La rotación que propuso Medina no modificó la estructura de Nacional. El doble cinco, los extremos, Seba Fernández y el argentino le dieron el tono ofensivo.
En un campo de juego pesado, con lluvia, el ritmo de juego no fue intenso. En ese contexto Nacional fue el protagonista, se paró en campo rival y tuvo variantes para atacar.
Si el gol llegó sobre el cierre de la primera parte fue porque el arquero de Atenas se transformó en figura. Pero a los 40 Arismendi ganó en el área y anotó el 1 a 0.
Atenas respondió mejor en el inicio del segundo tiempo y generó una buena jugada que exigió al arquero Mejía. Durante el apagón los hinchas tricolores se encargaron de ponerle luces al Parque. Desde las cuatro tribunas se encendieron las linternas de los celulares y la gente cantó sin parar. Cuando volvió la luz Nacional recuperó el control del partido. Espino anotó el segundo gol tras una jugada que él mismo comenzó y el partido se terminó.
Medina sacó a Oliva para preservarlo, Nacional midió el esfuerzo y Atenas emparejó. Con limitaciones, la visita al menos se acercó.
Entonces llegó el pitazo equivocado de Ferreyra, el desconcierto cuando el árbitro decidió jugar los cinco minutos que faltaban y el descuento de Santiago Barboza luego de un error grande de Diego Arismendi.
Al final Nacional ganó el partido que terminó dos veces y que lo dejó cerca del título.
