Atari Pong Table, el proyecto uruguayo que revive un clásico y se venderá en todo el mundo

Un equipo de uruguayos desarrolló una mesa para jugar a una versión física del legendario videojuego “Pong”. En cuatro años, Daniel Perdomo pasó de trabajar en publicidad y tratar este proyecto como un hobby a asociarse con una empresa china líder en juegos electrónicos que lo distribuirá en más de 80 países.

Actualizado: 08 de mayo de 2018 —  Por: Felipe Miguel

Atari Pong Table, el proyecto uruguayo que revive un clásico y se venderá en todo el mundo

(Foto: Facebook - ATARI Pong Coffee Table)

“Ustedes no tienen idea de lo que están haciendo: acaban de reunir a tres generaciones alrededor de un solo juego”. La frase de uno de los concurrentes al stand de Atari Pong Table en una feria internacional les caló hondo, y les mostró el simbolismo que conllevaba la locura a la que le habían dedicado sudor y lágrimas.

Atari Pong Table es una versión física del “Pong”, uno de los primeros videojuegos de la historia y quizás el más importante en la historia de los entretenimientos electrónicos.

Basándose en el ping pong, en el videojuego lanzado en 1972 por la mítica compañía Atari, cada jugador usaba su joystick para controlar una raqueta con la que golpeaba una pelota e intentaba marcarle un punto al rival. En la nueva versión uruguaya se emula la mecánica pero los contrincantes deben girar un controlador con forma de rueda para marcar un tanto.

El dispositivo que crearon contiene al juego en la forma de una mesa ratona e incluso puede usarse en cualquier living porque cuenta con cubiertas movibles que permiten ocultar la parte de los controles. Además, cuenta con puertos USB para cargar los celulares y parlantes para musicalizar el ambiente a través de Bluetooth.

Del Eureka a la decepción

“Hace cuatro años estaba jugando con mi hija moviendo imanes debajo de la mesa, atrayendo por magnetismo las cosas que estaban por encima, y tuve la asociación con el Pong. No sé por qué. Un día le conté a Álvaro Salsamendi, mi compañero, que estaría bueno hacer una versión física del Pong con imanes”. Con esa simpleza relató su momento Eureka a 180 Daniel Perdomo, diseñador del Table Pong y pionero de la idea que se logró materializar.

La real dimensión de la propuesta era inalcanzable, más aún si se toma en cuenta que Perdomo no sabía nada de electrónica, manufactura o hardware. Por ese entonces, todavía trabajaba en publicidad, donde venía desempeñándose desde hacía 25 años, y su compañero, Salsamendi, ingeniero, trabajaba en el mundo de la construcción aunque tenía conocimientos sobre estructuras de hierro y uso de herramientas.

Tuvieron un acercamiento relajado al comienzo, tomándolo como hobby y, sin apuro, buscaron aprender sobre circuitos, motores eléctricos, controles y rieles a través de tutoriales en Youtube. El proceso iba registrándose en video -aunque no se haría público hasta más adelante- y a los seis meses, la estructura comenzó a tomar forma.

Pasó el tiempo y sobre finales de 2015 se envalentonaron, decidieron que su proyecto tenía potencial y buscaron apoyo para desarrollarlo de forma profesional. Contactaron a Atari, les interesó lo que hacían pero los emprendedores todavía no tenían fondos para pagar por la licencia oficial de la marca. Apuntaron bien alto y llegaron a postularse a HAX, la mayor incubadora de hardware de Shenzhen, el “Sillicon Valley de China”.

“Incuban diez proyectos cada seis meses y quedamos preseleccionados. Nos entrevistaron por Skype y estaba convencido de que nos iban a decir que sí. Un día nos llegó un mail diciendo que no y eso nos tiró la moral al piso. Fue un momento de quiebre en el proyecto porque todo esto lo hicimos en mi apartamento y durante dos años, el living se transformó en un taller de locos. Me vino terrible bajón, suspendimos el proyecto, desarmamos la mesa y la pusimos en el garaje”, contó Perdomo.

Una luz de LED al final del camino

Cada día que entraba su auto al garaje, Perdomo debía tolerar la vista de la mesa guardada juntando polvo. Unos meses después, un día en que estaba paseando a su perra, se decidió a subir el video para al menos mostrar el progreso que habían conseguido. Su suerte estaba a punto de cambiar.

“Se empezó a viralizar. Lo subieron páginas especializadas como Digital Trends, Unilad, Mecánica Popular, PC Magazine y hasta Playboy. Nos empezaron a escribir personas de todo el mundo diciendo que querían una y otros buscando representarnos, fue una locura”, comentó el ideólogo.

Se apuraron a rearmar la mesa y Perdomo tuvo que pedirle a su madre un cuarto libre en su casa para tomarlo como nuevo taller. Aprovechando el viento en la camiseta, acudieron a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) donde les gustó lo que hacían y les brindaron fondos. Se amplió el equipo y se sumaron Marcelo Apa como gestor de proyecto, Walter Nogara como desarrollador de negocios y Luis Zapata como ingeniero electrónico. Recibieron la invitación de la prestigiosa revista Wired para mostrar la mesa en una feria de Inglaterra a finales de 2016, y regresaron conformes con la buena recepción del público.

Daniel Perdomo y Álvaro Salsamendi con el modelo 'cocktail' (Foto: 180)

A esa etapa le siguieron campañas de crowdfunding: una que fracasó y los obligó a reformular todo; y otra que los llevó a llorar cuando no crecía, llegando al monto final de forma agónica al término del plazo. Vinieron nuevas ferias internacionales y más adelante dieron con la empresa china UNIS, que vende máquinas de entretenimiento de las que se suelen ver en los shopping. Aunque la intención original era que UNIS solo fabricara la mesa a nivel industrial, los responsables de la compañía resolvieron firmar un acuerdo de asociación: la empresa china tendrá exclusividad de fabricación y la distribuirán en 84 países, dejando el desarrollo de nuevos productos asociados en manos de los uruguayos.

Al primer modelo de formato mesa ratona se le sumará uno llamado “cocktail”, más alto y que buscará colocarse en bares y pubs, contando con posavasos en cada esquina. Las mesas tendrán un costo de 2.800 dólares y no es seguro que vayan a venderse en locales de Uruguay, aunque sí podría accederse a una a través del sitio web.

Más que una simple alternativa de diversión, los creadores buscaron unir a la familia alrededor de la mesa del juego y combatir el individualismo que conlleva el uso de celulares y tablets. “Todo está yendo hacia lo virtual y nosotros estamos trayéndolo para acá de vuelta. Mucha gente que quiere la mesa dice que quiere jugar con los hijos a lo que jugaban ellos cuando eran niños. El público de este juego es la gente que vivió en los 80 y los marcó el ‘Pong’”, comentó Perdomo.

Para más información, se puede ingresar al sitio web del producto.