El proyecto de investigación Datysoc está realizando una encuesta sobre privacidad en la era digital en Uruguay.
“Lo que estamos haciendo con esta encuesta es tratar de entender la percepción que tienen las personas acerca de lo que entienden por privacidad, los límites que están dispuestas a ceder sobre su privacidad, y qué tanto saben que la internet sabe o podría saber de ellos”, dijo en No toquen nada Fabián Scrollini, director ejecutivo de la Iniciativa Latinoamericana de Datos Abiertos.
Al azar, a la mitad de quienes la completan, el sitio les muestra los datos públicos disponibles sobre ellos sólo a partir de su número de Cédula de Identidad. La información sobre cada individuo está disponible en una gran cantidad de bases de datos, algunas abiertas y otras no, en las que está registrado el número de Cédula de Identidad y que “nos ata a ciertos patrones de comportamiento que vamos dejando a la hora de realizar transacciones”, según Scrollini.
Algunas de las bases de datos más conocidas corresponden a las cadenas de pagos como Abitab y RedPagos, aunque también hay una pública como la del Banco Central del Uruguay (BCU). “Esto no es ni bueno ni malo, simplemente están ahí. Potencialmente pueden ser analizables y dependiendo de la política de privacidad de la empresa pueden ser o no compartibles con otros”, añadió.
También mencionó que hay bancos de datos privados pertenecientes a empresas que se dedican a prestar servicios de inteligencia privada y que “pueden terminar dando una recomendación como si prestarte dinero o no”. El BCU decidió liberar su base y permitir su consulta para hacer frente a estas bases privadas y tener una general a disposición de todo el mundo.
Scrollini mencionó que la encuesta “es un comienzo” y que “tiene un fin público que es concientizar a las personas y establecer una línea base sobre cuál es el estado de situación”.