El científico ruso radicado en Argentina dijo que muchos economistas sostienen que la revolución digital se ve “en todos lados menos en las estadísticas macroeconómicas” y se refieren a que existe un convencimiento de que todo está cambiando pero no hay un aumento desproporcionado del PBI o la productividad que lo respalde.
“Cuesta saber dónde están esos impactos y por qué son difícil de percibirlos; son un poco intangibles”, explicó. Un buen ejemplo es el caso de Wikipedia. Antes de que existiera, lo más parecido era la Enciclopedia Británica, que costaba más de 4.000 dólares y era 70 veces más chica que Wikipedia, que hoy es gratuita y está disponible para todo el mundo.
“¿Entonces habría que calcular que todos tienen 4.000 dólares? No, porque no todo el mundo iba a comprar la Enciclopedia Británica. Entonces estamos ante un dilema, algunos dicen que hay que desarrollar nuevos indicadores porque mejoran nuestro bienestar pero no necesariamente en el sentido económico”, sostuvo Vazhnov.
El experto detalló que cada aporte de la tecnología cobra un valor diferente, dependiendo del campo en el que se aplique. Así como la facilidad para hacer cálculos matemáticos complejos no cambia la vida de la población en general, la revolución de la impresión 3D en el campo de las prótesis y los trasplantes sí.
“Es un área en la que cobra un gran valor lo personalizable, la posibilidad de crear cualquier configuración geométrica. El sector de los edificios y pequeños puentes recién está arrancando, pero en la salud tiene un efecto gigante”, concluyó.
