El ultraderechista Bolsonaro presentó su candidatura como “una misión” para Brasil

El diputado ultraderechista Jair Bolsonaro enarboló las banderas de la honestidad y la moralidad para "rescatar" a un Brasil hundido en la corrupción, al lanzar este domingo su candidatura para las elecciones presidenciales de octubre, donde las encuestas indican que llegará a segunda vuelta.

Actualizado: 23 de julio de 2018 —  Por: Redacción 180

El ultraderechista Bolsonaro presentó su candidatura como “una misión” para Brasil

Jair Bolsonaro en el lanzamiento de su candidatura (Carl DE SOUZA / AFP)

"Mi candidatura es una misión. Si estoy aquí es porque creo en ustedes, y si ustedes están aquí es porque creen en Brasil", proclamó Bolsonaro durante la convención del Partido Social Liberal (PSL) en Rio de Janeiro, donde unos 3.000 seguidores lo aupaban al grito de "¡Mito, mito!". 

Este excapitán del Ejército y nostálgico de la dictadura militar (1964-85) se presenta como una opción de renovación, como un político sincero, adicto a las redes sociales y alejado de la vieja forma de hacer política. Tuvo su momento de mayor exposición al dedicar su voto a favor de la destitución de Dilma Rousseff al torturador de la expresidenta en la década de los 70.

"Sé la incomodidad que estoy causando al 'establishment'. Soy el patito feo de esta historia, pero estoy seguro que seremos bonitos en breve", proclamó el diputado, de 63 años, acompañado por su esposa y sus hijos, la mayoría también políticos.

Conocido por sus exabruptos racistas, misóginos y homofóbicos, Bolsonaro mostró este domingo un tono más conciliador y habló a favor de las mujeres y de la "igualdad", que para él no pasa por cuotas o por un trato diferenciado a la comunidad LGBT. 

Apelando a la mano dura, a legalizar el porte de armas para hacer frente a la violencia y a tener a militares en su gobierno, Bolsonaro hizo gala también de su "honestidad" al confesar que no entiende de "muchas cosas".

Se comprometió a impulsar una economía abierta al mercado y con privatizaciones -incluso de "brazos" de Petrobras- bajo la batuta de su asesor, el economista ultraliberal Paulo Guedes, también presente en el acto.

Sin embargo, un elefante blanco planeaba este domingo en la proclamación del segundo candidato con más intenciones de votos después del encarcelado expresidente Lula: Bolsonaro aún no tiene vicepresidente.

El diputado, cristiano confeso, ha recibido ya dos "no" de los candidatos que él quería. Y aunque este domingo estuvo sentado en la tribuna junto a la abogada Janaina Paschoal, una de las impulsoras del impeachment a Dilma Rousseff en 2016, ella dijo que aún reflexiona sobre la invitación.

El discurso de Paschoal, muy crítico con los gobiernos de izquierda de Lula y Rousseff, enfrió el ambiente al apelar al movimiento que lidera Bolsonaro: "No se gana una elección con pensamiento único, ni se gobierna con pensamiento único".

"Ficha limpia"

El público que se acercó al centro de convenciones era heterodoxo: conservadores evangélicos, personas de clase media, policías y militares, y hasta habitantes de favela hartos de tiroteos.

Muchos ven en Bolsonaro al hombre fuerte y con "ficha limpia" capaz de rescatar a un país hundido en la crisis económica y social, y hastiado de la corrupción que en los últimos años puso en el banquillo de los acusados o a la cárcel a decenas de dirigentes de partidos de izquierda a derecha.

Las encuestas y Trump

Bolsonaro tiene garantizados más votos hoy que ningún otro candidato, a excepción de Lula, preso por corrupción desde hace cuatro meses, y cuya candidatura será muy probablemente invalidada.

Pero eso no es suficiente para ganar los comicios más imprevisibles de la historia moderna de Brasil. 

El exmilitar parece haber tocado un techo, pese a haber conseguido vencer las reservas de varios sectores sociales, incluyendo los medios empresariales.

Bolsonaro no logra llegar al 20% de intenciones de voto, incluso en escenarios que no cuentan con Lula. En simulaciones de segunda vuelta, el diputado sería derrotado por todos los candidatos, según Datafolha.

Y aunque este enemigo de la prensa tradicional y de sus supuestas "fake news" asegura que no está preocupado, sin un vicepresidente de otro partido, tendría apenas 8 segundos en cada bloque de propaganda gratuita de radio y televisión de la campaña.

A la espera de que se verifique la solidez de los sondeos, el "fenómeno" Bolsonaro mantiene en vilo a Brasil, después de la experiencia de Donald Trump. 

De hecho, la figura del presidente estadounidense "estuvo" también en la cita: un seguidor se colocó una careta con su rostro y fue paseándose por el auditorio, que lo aplaudía.

 

AFP

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