Mejor escenario imposible para Rampla. Recibió un dinero imprescindible para el club y ganó el partido. Negocio redondo hizo el Picapiedra en el Centenario.
Peor escenario es el de Peñarol. El equipo ganó un punto de los últimos seis y volvió a quedar lejos de Nacional en la lucha por la Anual. Para colmo, la distancia en el Clausura es ahora de apenas un punto a favor del Carbonero.
En el partido que cerró la fecha, Rampla ganó 1 a 0 gracias a un gol de Cóccaro, a una gran actuación del arquero Rodrigo Odriozola y a la falta de puntería de Peñarol.
Sobre todo en el primer tiempo, fue el equipo de López el que impuso las condiciones y generó juego para tomar ventaja. En los 20 iniciales el aurinegro tuvo varias posibilidades. A partir de la velocidad por las puntas y la inquietante presencia de Gabriel Fernández, apabulló a su rival. Pero al llegar al área falló de manera clamorosa.
Sin Cristian Rodríguez pero con Maximiliano Rodríguez en el campo, el equipo estuvo bien dispuesto en el medio y tuvo intensidad para recuperar y atacar. Agustín Cannobio fue un tormento por la izquierda. Pero nada de eso alcanza si el arco está cerrado. Las que no atajó Odriozola las desperdició Peñarol.
Rampla supo sufrir hasta que sobre los 30 minutos pudo acomodarse mejor en el campo y a vislumbrar las posibilidades de contragolpe que le daba su adversario. A los 44 los de Antúnez generaron un buen ataque por derecha que Cóccaro finalizó de cabeza para el 1 a 0.
En la segunda parte las cosas cambiaron de manera radical. Peñarol se desconcertó dentro y fuera de la cancha. El equipo perdió fluidez y claridad mientras que el técnico, Diego López, introdujo variantes que empeoraron el rendimiento colectivo. Salieron los extremos por lo que perdió velocidad y amplitud, mientras que la apuesta fue a centralizar el juego. Rampla se sintió cómodo con el nuevo panorama. Se cerró bien atrás, ocupó los espacios y dejó que Peñarol se repitiera sin ideas. Así, se llevó una victoria resonante.