De atrás, con uno menos, en los últimos minutos, con la camiseta y llevándose por delante al rival. Así, una vez más, gana Peñarol. Esta vez sirvió para quedarse con la Anual y llegar con ventaja e inflado a las finales.
En un partido clave, que se le complicó durante el desarrollo, los de López demostraron lo bien que están de la cabeza. Asimilaron los inconvenientes que tuvieron en el Franzini y en el final tomaron impulso para avasallar a un Defensor que se desmoronó.
Cuando peor la pasó apareció la inconmensurable figura de Kevin Dawson que le permitió seguir en partido con dos atajadas fantásticas. Tras la expulsión de Guzmán Pereira el equipo se recompuso y tomó riesgos con un único fin. Y cuando se iba la tarde y la tabla Anual quedaba en manos de Nacional Maxi Rodríguez puso su toque de lucidez para armar una jugada que continuó Estoyanoff y culminó de cabeza el recién ingresado Ignacio Lores.
Peñarol lo ganó porque lo quiso más, mucho más, que Defensor. Porque cuando el corazón manda, el Carbonero deja claro que tiene amor propio de sobra. Porque los jugadores demuestran cuánto se esfuerzan por la camiseta. Porque cuando flaquean las fuerzas las ganas mandan. Y justo ahí, Peñarol está listo para responder.
En el juego estuvo mejor Defensor durante el primer tiempo. En ese lapso las bandas fueron determinantes y el violeta las ocupó mejor. Tuvo capacidad de desborde y sorpresa mientras que Estoyanoff y Canobbio estuvieron negados por sus defensores. El local sacó ventaja a los 19 gracias a un gol de Martín Correa.
Peñarol estaba atado, no tenía ideas y la pasaba mal. No cerraba los laterales ni mostraba solvencia en la zaga. Entonces fue cuando Dawson hizo dos atajadas monumentales, una ante Navarro y la otra ante Suárez. El arquero además tapó un tiro libre que se metía contra el palo. Fueron 15 minutos en los que Defensor pudo sacar una ventaja indescontable pero el arquero lo impidió.
El ingreso a los 10 del segundo tiempo de Maxi Rodríguez y de Gabriel Fernández levantaron al aurinegro, que empezó a jugar el partido mucho más cerca del arco de Gastón Rodríguez. Sin embargo, la roja bien sacada a Guzmán Pereira a los 19 alteró las cosas. Quedaba Gargano como el único jugador en el mediocampo para pelear contra un equipo que en esa zona estaba fuerte.
Pero López asumió el reto, no modificó la estructura de ataque y se jugó por la victoria. Con Gargano como eje, Estoyanoff volcado por la banda, Maxi suelto y Viatri junto a Fernández cerca del área, el Carbonero se tiro arriba.
Defensor no tuvo reflejos para modificar la realidad del partido ni desde el banco ni dentro del campo. Hizo el primer cambio recién a los 72 minutos y hombre por hombre. Apenas pudo correr un par de veces por las bandas pero no supo definir.
Así fue que Peñarol dejó el resto. Como contra Cerro, como en el clásico, como ante Danubio cuando quedó con uno menos en Jardines, el equipo dio otra prueba de carácter y se sobrepuso a la adversidad.
Cuando Viatri lo empató de cabeza a los 82 la sensación era que Defensor no lo aguantaba. Y eso sucedió. Iban 90 minutos cuando Maxi Rodríguez recibió, levantó la cabeza y puso una pelota sensacional para Estoyanoff, que llegó al fondo y mandó el centro para que dentro del área Lorens, que había entrado un minuto antes, anotara de cabeza 2 a 1 final.
