Rosalía, la rupturista del flamenco que conquistó los Grammy

Con 25 años y sólo dos álbumes, Rosalía se ha convertido, con su rompedora fusión de flamenco español con música urbana y electrónica, en un fenómeno que quiere conquistar el mundo.

Actualizado: 16 de noviembre de 2018 —  Por: Redacción 180

Rosalía, la rupturista del flamenco que conquistó los Grammy

Rosalía (Bridget Bennett / AFP)

"Esto es un sueño", decía la cantante tras ganar dos premios Grammy Latino en Las Vegas la noche del jueves, incluyendo el de Mejor Canción Alternativa por su éxito "Malamente" que interpretó vestida de blanco acompañada por una decena de bailarinas.

Todavía relativamente desconocida afuera, esta joven morena de mirada felina es una estrella en España donde se ha ganado la aclamación general por su innovadora interpretación del flamenco, un género que ha estudiado profesionalmente durante siete años tras enamorarse de él cuando lo escuchaba de adolescente en los coches de sus amigos.

Ascenso meteórico

Nacida en una familia sin tradición musical ni raíces gitanas en Cataluña, lejos de la sureña Andalucía que acunó el flamenco, su primer álbum "Los Ángeles" (2017) atrajo a los milenials a su flamenco minimalista.

A principios de este año, anunció que en junio actuaría en el festival barcelonés de música electrónica Sónar y poco después publicó una foto en Instagram en el estudio con Pharrell Williams. 

¿Flamenco en el Sónar? ¿Rosalía con una estrella internacional? Algo se estaba cociendo.

En el Sónar presentó el tema "Malamente", una mezcla de flamenco y trap, y otras canciones de su en aquel momento todavía inédito segundo disco.

"Sónar realmente lo explotó todo porque los medios al día siguiente la ensalzaron como una nueva estrella y además, exportable", asegura Yeray Iborra, periodista en la revista musical española Mondo Sonoro.

Y este mes llegó su esperado segundo álbum "El mal querer", una explosión de flamenco, trap, electrónica y R&B que ha encantado a la crítica.

El éxito fue inmediato: en un sólo día, sus canciones acumularon 2,3 millones de reproducciones en Spotify.

Y su videoclip de "Malamente", impregnado de palmas flamencas mientras Rosalía montada en una motocicleta carga contra un joven torero, roza las 33 millones de visitas en Youtube.

Con Sony apostando fuerte por ella, Rosalía actuó en los Premios MTV Europa, dio un concierto gratuito en Madrid para presentar su disco y apareció en las pantallas de Times Square en Nueva York.

La revista Rolling Stone dio cuatro estrellas de cinco a su álbum, señalando que la cantante "incluso atrajo la atención de la prensa anglosajona, que raramente se fija en la música en español".

Alumna destacada

El amor por el flamenco condujo a Rosalía a estudiarlo en Barcelona con 17 años, dice José Miguel Vizcaya, su profesor en la Escuela Superior de Música de Cataluña.

Recuerda que la joven destacó desde el principio por su pasión y su sed de conocimiento. Novata en el flamenco, le llevó siete años dominarlo.

"Dentro de todos mis alumnos, es la que más ha destacado y con diferencia", Vizcaya dijo a la AFP.

"Aunque en cuanto a flamenco puro haya pocas otras que le superen (...) en hacer suyo el flamenco e innovar, la más preparada es ella", explicó.

Pero su peculiar fusión no está exenta de controversia en un sector tradicional reacio a la innovación.

La leyenda flamenca Enrique Morente lo sufrió cuando experimentó con el rock duro en su álbum "Omega" en 1996, recibido por abucheos en los conciertos antes de ganarse el estatus de obra maestra.

Para algunos de la comunidad flamenca y la gitana, Rosalía comete "apropiación cultural", la adopción de elementos de una cultura minoritaria por parte de miembros de la cultura dominante.

"No soporto que tengas más oportunidades que las gitanas que cantan desde niñas sobre sus raíces", dijo la activista Noelia Cortés en un comentado tuit de diciembre de 2017.

¿Artista o producto?

"He estudiado flamenco durante años, lo respeto más que nada y conozco sus orígenes", dijo Rosalía en una entrevista en julio en el diario El Mundo.

Pero "el flamenco no es propiedad de los gitanos. No es propiedad de nadie, de hecho".

Otra crítica habitual es su conversión en una reina del flamenco-pop para conquistar el mercado internacional.

Pero Vizcaya recuerda que este trabajo de fusión comenzó ya en la escuela, donde confeccionó sus dos álbumes.

"Evidentemente, tiene una 'major' (una gran discográfica) detrás", apuntó Yborra.

"Evidentemente tiene una estrategia detrás", insiste. "Pero tiene las cosas claras, lo controla todo y le ha funcionado".

 

AFP