Cómo el calabacín alcanzó al zapallo en la preferencia de los uruguayos

Las estadísticas del Mercado Modelo revelan el crecimiento gradual del calabacín en las cocinas uruguayas en los últimos años, en detrimento de la caída del zapallo criollo. Pablo Pacheco, del área de Desarrollo Comercial del Mercado Modelo, contó en No toquen nada cómo se dio este proceso, que comenzó hace unos 25 años.

Actualizado: 03 de febrero de 2019 —  Por: Redacción 180

Cómo el calabacín alcanzó al zapallo en la preferencia de los uruguayos

Adhoc/Pablo La Rosa (Todos los derechos reservados)

“Hace uno 20 o 25 años atrás, predominaba fundamentalmente el cultivo de zapallo criollo, y algunas calabazas. Por entonces empezó a entrar el zapallo brasilero o kabutiá, que es un híbrido interespecífico, es decir, que las líneas parentales que le dan origen son de especies diferentes, haciendo que sea un cultivo muy homogéneo, y una planta muy rústica con altos rendimientos”, contó en No toquen nada de DelSol 99.5 Pablo Pacheco, ingeniero agrónomo del área de Desarrollo Comercial del Mercado Modelo.

Según explicó Pacheco, los productores comenzaron a optar más y más por el kabutiá ante el criollo, ya que el brasileño les deba mejores rendimientos, es más fácil de manipular y tiene mayor resistencia a enfermedades. Además, dijo que el kabutiá fue bien aceptado en la cadena comercial porque es más cómodo cargar con bolsas estandarizadas con zapallos que pesan entre dos y dos kilogramos y medio por unidad, ante los criollos de diez, doce o quince kilos cada uno.

A pesar de ello, Pacheco reconoció que existen algunos consumidores “más tradicionales” que siguieron prefiriendo el criollo, sobre todo, desde el punto de vista del sabor, lo que hace que este producto siga teniendo su nicho.

El predominio del kabutiá hasta hace muy poco tiempo era muy marcado. Pero entró otro actor en escena: el calabacín.

De polinizador a estrella

“Cuando conocí el calabacín, hace unos 20 años atrás, era una especie que se plantaba para polinizar el kabutiá, que requiere que se le entreveren dentro de las plantas un donante de polen cada cuatro que se plantan. En Uruguay no se lo conocía ni consumía, solo algo en el litoral norte, por la vinculación con Argentina, donde era más conocido; y en el este tenía una demanda fuerte en el verano por la demanda de los argentinos”, contó el responsable del área de Desarrollo Comercial del Mercado Modelo.

A partir de esa situación de plantarlo como polinizador, y que fuera casi un subproducto de la producción de zapallo kabutiá, se llegó a la actualidad, en la que “el consumidor uruguayo se acostumbró a consumir calabacín y es el preferido de muchos hogares uruguayos”, indicó.

Se pasó de que ingresaran 3.872 toneladas de calabacín al Mercado en 2014, a 5.439 en 2018. El zapallo ha pedido algo de volumen, llegando a ingresar 7.444 toneladas en 2015, y cerrando el 2018 con 6.738. En cambio, el zapallo criollo pasó de rondar las 400 toneladas hace cuatro años a superar por poco las 180 el año pasado.

“La gente sigue utilizando al calabacín para polinizar el kabutiá, pero además hace cultivos puros de calabacín, con variedades con muy buen potencial de producción; se han ido especializando en el calabacín”, añadió.