Andrés Prunell, cantante lírico uruguayo que trabaja en la Ópera de Paris y desde 2014 canta en la Catedral de Notre Dame, habló con DobleClick de FM DelSol.

"La catedral tiene su lado artístico en la arquitectura, en todas las obras maravillosas que datan de hace casi 10 siglos, pero los que mantenemos viva la catedral desde el punto de vista de la espiritualidad de la música, somos nosotros los músicos, los que hacemos los conciertos regularmente y animamos las misas", señaló el uruguayo.

"En este momento hay toda una órbita de gente que trabaja para la música de la catedral, que es una escuela de música, de canto gregoriano, que data de hace 10 siglos, y hoy es una estructura laica separada administrativamente de la iglesia, pero nosotros somos quienes proveemos la música para los servicios", explicó.

Esta escuela tiene el apoyo económico de la catedral, de colaboradores privados, de la ciudad de París y del Ministerio de Cultura, pero tras el incendio su futuro es incierto.

"Esa gente lucha muchísimo para que la música esté siempre viva dentro de la catedral. La gran interrogante que tenemos ahora es qué va a pasar a partir de esto porque por lo pronto en los próximos meses, y esperemos que no años, no va a poder funcionar de la manera que la hacíamos funcionar", dijo Prunell.

Actualmente son tres uruguayos que forman parte del coro: Prunell, la soprano Ana Escudero y el bajo Sebastián Bartaburu.

"Realmente es un quiebre en la carrera porque es una oportunidad de trabajo y formación que seguramente en el futuro cercano no la van a tener, sobre todo ellos porque todavía están haciendo la formación, yo ya egresé", explicó.

"Teníamos las misas todos los días, en las que asistíamos tres o cuatro cantantes, las vísperas, y en las misas de los domingos alternaba el coro de adultos y el de niños. Para la Semana Santa las misas se animan por todo lo alto con todos los coros juntos", contó.

Además se realizaban ciclos de conciertos anuales "de primer nivel con los mejores solistas y directores del momento".

"Todo eso creaba trabajo para nosotros. Es un campo de desarrollo que venimos a buscar los uruguayos que nos dedicamos a esto. Eso aparentemente ahora está muy en veremos", lamentó el cantante.

Árboles de la época de Carlomagno

"Dentro de la catedral está la Bóveda de PIedra y por fuera uno ve un enorme techo de a dos aguas. En el medio la estructura de madera que sostiene el techo a dos aguas por sobre la bóveda es un lugar donde se puede caminar. Y es donde se conoce donde se le dice 'el bosque'", contó Prunell.

Esta denominación refiere a que "cuando uno entraba sentía un olor a madera, a cedro, más fuerte que el que se puede imaginar cualquier carpintero de cualquier carpintería".

"Esa madera, esas vigas correspondían a la iglesia que estaba antes de la Catedral de Notre Dame, que había sido levantado en el Siglo VII u VIII. O sea que los árboles cuya madera ardió anoche y sigue ardiendo ahora, son árboles que crecieron en la época de Carlomagno", dijo el cantante.