Supervielle presenta una esfera sin fronteras y con “posibilidades infinitas”

Este viernes 3 y sábado 4 de mayo, Luciano Supervielle estrena La Esfera en el Teatro Solís. Nuevamente junto al brasileño Jaques Morelenbaum, el músico uruguayo se inspira en un poema de su tio bisabuelo Jules Supervielle y se lanza a una nueva etapa orquestal.

Actualizado: 26 de abril de 2019 —  Por: Mauricio Erramuspe

Supervielle presenta una esfera sin fronteras y con “posibilidades infinitas”

Luciano Supervielle y Jaques Morelenbaum (Difusión)

Hace tres años, más allá de sus trabajos en otros proyectos como Bajofondo, Luciano Supervielle inició un camino solista con el disco “Suite para piano y pulso velado”. Allí unía su impronta electrónica con su veta más clásica. Y lo anunciaba como el inicio de un camino.

De alguna manera La Esfera es el cierre de ese camino. El espectáculo de este viernes 3 y sábado 4 de mayo en el Teatro Solís reúne tres estrenos. Primero, el de “L'Sphere”, la obra que compuso Luciano inspirado en el poema homónimo de su tio bisabuelo, Jules. Segundo, el de “La Batalha”, de Jaques Morelenbaum. Y, tercero, el de “Suite, pampa y payador”, del violinista Javier Casalla (Bajofondo).

Morelenbaum es una especie de prócer de la música brasileña: violoncelista, arreglador y compositor que ha trabajado con los principales artistas de aquel país: Tom Jobim, Caetano Veloso, Gal Costa, entre otros.

Los dos músicos se conocieron hace 10 años en Rio de Janeiro, durante una gira de Bajofondo. Pero hace dos años intensificaron una relación musical que los llevó a tocar juntos en el Auditorio del Sodre en octubre de 2018, con el espectáculo “Classica Nova”.

Superville define el trabajo junto al brasileño como “la búsqueda de un nuevo estilo”, “un conjunto de ideas musicales para representar el momento que estamos viviendo y el lugar en el que lo hacemos”.

Ese dúo de hace un año ahora se transforma en versión orquestal. Serán 20 músicos en escena para interpretar estas tres obras que se estrenan, además de versiones de temas anteriores de Supervielle. Morelenbaum estuvo a cargo de la dirección y orquestación del espectáculo.

Así surge para el músico uruguayo un “universo infinito de posibilidades” integrado a su lenguaje original del hip hop y la música electrónica.

La orquesta “es un instrumento riquísimo donde las posibilidades son realmente infinitas. El desafío grande no es tanto a nivel técnico para los músicos, el arreglo que están tocando es más sencillo que las músicas de Beethoven, Debussy o las otras que están acostumbrados a tocar. El desafío grande es a nivel estilístico: cómo trasladar de manera natural mis técnicas que vienen de la música electrónica y hacer convivir eso con la orquesta”, explicó Supervielle a 180.

Luego de estos conciertos en el Solís, Supervielle y Morelenbaum se van a presentar a dúo en Buenos Aires. Más adelante, presentarán La Esfera en Hamburgo, Alemania, con una orquesta local.

Supervielle por dos

El origen de este espectáculo es el poema de Jules Supervielle. L'Sphere habla de una “bella tierra giratoria” donde el poeta se envuelve y celebra la diversidad de paisajes y “recuerdos emigrantes” para “desenredar una íntima madeja de horizontes”.

Roulé dans tes senteurs, belle terre tourneuse,
Je suis enveloppé d'émigrants souvenirs,
Et mon cœur délivré des attaches peureuses
Se propage, gorgé d'aise et de devenir.

Sous l'émerveillement des sources et des grottes
Je me fais un printemps de villes et de monts
Et je passe de l'alouette au goémon,
Comme sur une flûte on va de note en note.

J'azure, fluvial, les gazons de mes jours,
Je narre le neigeux leurre de la
Montagne
Aux collines venant à mes pieds de velours
Tandis que les hameaux dévalent des campagnes.

Et comme un éclatant abrégé des saisons,
Mon cœur découvre en soi tropiques et banquises
Voyageant d'île en cap et de port en surprise
Il démêle un intime écheveau d’horizons.

El texto en francés no tiene traducción al español. Luciano trabajó con una hecha para la ocasión. Más allá de las referencias a distintos paisajes y ecosistemas, el peoma deja ver una fascinación por los cruces migratorios en momentos en que el mundo no parece precisamente festejar esas traslaciones.

Luciano lo define como “el viaje y la asimilación de los distintos paisajes” pero también lo traslada “a las distintas culturas”.

“Julio Supervielle está muy empapado de la cultura sudamericana y de la francesa. Muy poéticamente hace referencia a eso, a absorber las distintas influencias, paisajes y él mismo, el poeta, transformarse en el paisaje. Yo agarré esa premisa para basarme en esta obra, en el hecho de que mi música ya de por sí está muy teñida de influencias muy diversas, desde una cosa más clásica al tango, a lo rioplantense, el candombe y del hip hop a las nuevas tendencias de la música electrónica que es donde más me sitúo yo como músico, es de donde vengo, el leguaje que más he desarrollado en mi vida”, explicó Luciano en nota con 180.

Basado en ese poema, ¿hay un mensaje político a raíz de las distintas crisis migratorias?

Yo siempre traté de destacar que si bien la música que hago tiene trazos fuertes de identidad con respecto al Río de la Plata, nunca la vi como algo nacionalista. Yo soy hijo de inmigrantes, yo soy un inmigrante, creo que eso me ha enriquecido mucho y es parte esencial de mi vida. Creo que Uruguay es un país de inmigrantes y siempre trato de reivindicarlo como una riqueza, como una cosa que hay que hacer jugar a nuestro favor.

Está en el fondo esa reivindicación que hago a través de mi música, sin explicarlo mucho. Creo que es algo que subyace. Mi música realmente está impregnada de distintas influencias y yo las uso a mi favor.

Vos decís que el público también está preparado para recibir esa música con tantas influencias tan distintas entre sí.

Creo que las grandes plataformas de difusión de la música en el mundo, los grandes festivales, han diversificado mucho. Hoy en los festivales de jazz tenés un montón de expresiones que van mucho más allá del jazz, que integran otros estilos. Esa es una tendencia que se viene dando desde hace mucho tiempo y que también se trasladó al mundo de la música clásica.

Antes si estabas en el mundo de la música clásica era muy difícil salir de eso, si estabas en el jazz era muy difícil salir de eso. Creo que ha cambiado, tiene que ver con cómo es la comunicación hoy en día, cómo circula la información. Uno está en contacto con un montón de estilos diversos.

¿Cómo es tu relación con la obra de Jules Supervielle? ¿Siempre lo tuviste como lectura?

He leído bastante pero no soy un estudioso de su obra ni mucho menos. Personalmente no soy un gran lector de poesía. Pero siempre me identifiqué mucho con Julio Supervielle, con Jules, no solamente porque es de mi familia sino porque tiene esa doble nacionalidad, de contacto con los dos países.

Tanto en él como en vos hay una visión muy particular de las fronteras. El nació acá y se fue a vivir a Francia. Vos naciste en Francia, luego fuiste a México y finalmente a Uruguay.

Ha sido una constante en mi vida desde muy chico. Yo nací en Francia, a los cuatro años me fui a México, a los ocho vine a Uruguay. Crecí en Uruguay, si tengo que definirme creo que soy más uruguayo que otra cosa. Pero creo que el hecho de estar en contacto con distintas culturas ha marcado muchísimo mi persona y mi música. Lo tomo como un elemento a mi favor y una herramienta muy potente a nivel creativo.