Tradicionales y exclusivos clubes de fumadores no están incluidos en la ordenanza, luego de un fuerte lobby impulsado por poderosas figuras como el exgobernador de California y actor de Hollywood, Arnold Schwarzenegger.
El concejo municipal debe aprobar la noche del martes el primero de dos votos para pasar esta medida, que entraría en vigor el 1 de enero de 2021.
Todas las ventas de cigarrillos, tabaco para pipa, tabaco de mascar y cigarrillos electrónicos en gasolineras, tiendas por conveniencia, droguerías y kioscos quedarán prohibidos con la legislación.
"Somos una ciudad que ha tomado el liderazgo de restringir el tabaquismo y promocionar la salud pública", dijo el alcalde John Mirisch en una declaración. "Alguien tiene que ir de primero, mejor que seamos nosotros".
La prohibición, única hasta ahora en Estados Unidos, ha generado reacciones mixtas en la ciudad, desde los dueños de negocios que dicen pudiera espantar el turismo de alto nivel hasta los defensores de la medida por temas de salud.
El voto final para aprobar la ordenanza está previsto para el 4 de junio.
Las autoridades tienen previsto que la medida sea desafiada en la justicia.
Bervely Hills ya prohibió fumar en escuelas públicas o en autos con un menor abordo. Lo mismo en parques, mercados, plazas y en las cercanías de bares y restaurantes.
Los hoteles podrán vender a través del servicio de conserjería.
"Diferencia fundamental"
Están exentos completamente los clubes de fumadores, donde parte de la élite de la ciudad se reúne a fumar habanos e hizo fuerte lobby para que no entraran en la prohibición.
Schwarzenegger envió una carta a las autoridades intercediendo por su club, el exclusivo Grand Havana Room.
"El Grand Havana Room, del que he sido miembro desde su creación, es un atesorado lugar fuera de casa", escribió el protagonista de "Terminator". "Es impensable que la ciudad pueda adoptar una política que intencionadamente o no cause el cierre de esta institución de tradición".
El exgobernador dijo que apoyaba en general la prohibición --"Estoy con ustedes", aseguró-- pero insistió en destacar la "diferencia fundamental" entre una venta común de cigarrillos y este tipo de establecimientos, donde sus miembros pueden "compartir una comida, una bebida y un cigarro de primera calidad y promover la camaradería, la relajación y el intercambio saludable de ideas y experiencias".
Rigoberto Fernández, dueño del Buena Vista Cigar Club, escribió que una prohibición radical sería devastadora para su familia y acabaría con su negocio.
Incluso el jefe del departamento de cirugía cardíaca de la universidad UCLA de Los Ángeles intervino a favor de los clubes, asegurando que visita el Grand Havana varias veces a la semana para relajarse y disfrutar de un habano.
"Al final de un día ocupado haciendo cirugía cardíaca, voy al Grand Havana para relajarme y disfrutar de la compañía de mis amigos", escribió el Dr. Richard Shemin.