Bruni y Gonzalo Fernández concurrieron a sala a pedido de Borsari, quien solicita información sobre el caso de los arsenales de Saúl Feldman encontrados en Aires Puros y en Shangrilá.
El nuevo elemento que presentó el diputado del PN fue el nombre de la mujer que sería la compañera de Feldman: Sonia Grisel Veniri Sueiro, una ex tupamara que asaltó la oficina del BPS del Parque Posadas en el año 1998.
El blanco se preguntó cómo se puede confiar en un Ministerio del Interior o en un Ministerio de Defensa que desconocían la situación del arsenal; o a la inversa, también cuestionó cómo se puede confiar en un Ministerio que sabía que esto estaba sucediendo. También afirmó que la muerte del agente policial durante el operativo fue responsabilidad de las autoridades.
Cuando profundizó sobre el operativo de Shangrilá, preguntó quién había sido el encargado. Se refirió a un coronel de las Fuerzas Armadas cubanas: Washington Castillo, asesor del ministro del interior. Borsari se preguntó por qué no hay ningún coronel uruguayo que pueda hacerse cargo de este operativo, por qué debe haber un cubano.
Fuentes del Ministerio del Interior indicaron a No Toquen Nada que Castillo es uruguayo y viajó a Cuba, aunque no formó parte del Ejército cubano. No así en Nicaragua, donde participó del Ejército de la Revolución Sandinista. Allí adquirió su formación, sostuvieron las fuentes.
En este momento, Castillo -que está presupuestado- se desempeña como asesor en el Ministerio del Interior.
Bruni indicó que Castillo se presentó en el lugar de los hechos y asesoró, a pedido del juez. Siempre estuvo con Díaz, puntualizó. De acuerdo a lo que Bruni expresó, Castillo nunca entró a ninguno de los lugares. Si hubiera entrado, habría sido porque así lo ordenó el juez, indicó el ministro, en referencia a las acusaciones de que el asesor se habría pruebas del lugar.
Cuarto intermedio
Sobre la una de la tarde, se realizó un cuarto intermedio, oportunidad en que legisladores del Frente Amplio (FA) dieron una improvisada conferencia de prensa. Entregaron un documento -una moción de resolución- a los periodistas firmado por Daisy Tourné, Javier Salsamendi, Margarita Percovich, Eduardo Ríos, Uberfil Hernández y José Carlos Mahía. En el documento se exponen cuatro puntos:
(a) Reafirmamos nuestro inquebrantable apego al principio de separación de poderes emanado del carácter republicano de nuestra Constitución Nacional, por ende, manifestamos nuestra absoluta confianza en la actuación libre e independiente de los organismos jurisdiccionales pertenecientes al Poder Judicial, en el caso que hoy nos ocupa, así como en todos los casos sometidos a su análisis.
(b) Desde ese punto de vista, consideramos altamente inconveniente la oportunidad y la forma en que se promovió esta instancia parlamentaria, enmarcada en una campaña mediática, parte de una operación política destinada a generar acusaciones, sin elemento probatorio alguno, con el triste y lamentable fin de intentar conquistar algunos votos sin medir las consecuencias de dicho accionar.
(c) Rechazamos asimismo que se invierta la carga de la prueba, se acuse sin fundamentos y se utilicen hechos graves, delicados y, en algún caso, trágicos, para incidir en la campaña electoral y sacar réditos del lucimiento personal. Asimismo rechazamos la utilización, en esta instancia, de información propia de la actuación presumarial.
(d) En el actual estado de las investigaciones, los señores ministros han actuado con responsabilidad, dando respuesta puntualmente a todas y cada una de las interrogantes planteadas; por lo cual consideramos satisfactorias cada una de sus explicaciones.
José Carlos Mahía, diputado del FA, explicó que para su partido “nunca se debió hacerse esta interpelación” y dijo que se le planteó a la oposición caminos alternativos por lo que no se hace cargo “ni de la acción ni de las consecuencias” de la comparecencia de los ministros de Defensa y del Interior.
Las exposiciones
El power point presentado por Borsari se realizó mediante subtítulos temáticos; uno de ellos era “manuales guerrilleros”. Allí se mostraron fotografías de artículos del semanario Búsqueda, bibliografía de Lenin, de Marx y actas tupamaras, además de manuales de cómo construir una bomba -éstos últimos sin identificarlos con ninguna organización-.
El ministro del Interior agregó que en la casa de Feldman también se encontraron libros sobre el nazismo y aclaró además que por poseer esa bibliografía no significa que Feldman estuviese vinculado a estos grupos.
Borsari se preguntó cuántos arsenales más podrían existir. Desde el Ministerio del Interior se señaló que en los gobiernos anteriores tampoco se supo nada de la existencia del arsenal que guardaba Saúl Feldman, que se conoció debido a un incendio en su casa de Aires Puros.
Gonzalo Fernández explicó que su Ministerio casi no tuvo participación porque quien formó el equipo de investigación fue el juez Jorge Díaz.
El secretario de Estado negó que en la casa de Feldman se hayan encontrado planos de instituciones militares.
“La jerarquía del Ministerio del Interior le debería allanar el camino al presidente de la Repúbica”, sugirió el diputado interpelante.
Borsari sostuvo que dispone de toda la información presentada en el Parlamento porque la recibió “en el buzón de su casa”.
Señaló además que en la primera parte de la interpelación quedaron 62 preguntas sin contestar. Y que las respuestas recibidas fueron “una burla al Poder Legislativo”.
El PN anunció que solicitará que todas las actas parlamentarias de la interpelación pasen al Juzgado porque hay “voluntad de colaborar”.