“El mito del cerdo hay que derribarlo”

Sonia Cozzano, doctora en Química, y Rosana Martínez, magíster en Nutrición, ambas representantes del área de Alimentos de la Universidad Católica, hablaron en No toquen nada sobre la calidad de las carnes de cerdo y de pollo producidas en Uruguay.

Actualizado: 10 de agosto de 2019 —  Por: Redacción 180

“El mito del cerdo hay que derribarlo”

flickr.com/deirdre

"Los datos que tenemos actualmente sobre la carne de cerdo nos permiten con total tranquilidad indicarla en la mesa familiar, en la planificación de nuestras comidas semanales, para personas en cualquier etapa de la vida, sin tener que estar comiéndola con culpa", señaló Martínez.

Con excepción de la bondiola, el resto de los cortes poseen un contenido de grasa "bajo" que permiten incluirlo entre las carnes magras o muy magras, dice el informe.

"Los nutricionistas necesitamos conocer la química de los alimentos y cuando amerita algún nutriente importante, crítico, como en este caso son los lípidos, las grasas, clasificamos, porque no todo el cerdo tiene la misma composición", explicó.

"Encontramos que tomando un punto de corte de 10% de lípidos como para decir si algo es considerado carne magra o no, de los cortes estudiados bondiola es el que está por encima (12 o 15)", señaló.

El resto son muy magros, como solomillo y carré, que no llegan al 3% de grasa. 

"La carne de cerdo, porque está teniendo mejor precio comparativamente con la carne de res, está siendo sustituta, es la única carne que viene creciendo sostenidamente desde 2010 a la fecha", dijo Cozzano.

"Estos análisis se hicieron en carne cruda. Luego depende del tipo de elaboración, se puede desgrasar bastante más. Esto reafirma aún más que el mito del cerdo hay que derribarlo", explicó.

"Cuando hablás con la gente es como una cosa que no deberíamos comer, y en realidad lo terminamos haciendo por una cuestión de precio y hay un beneficio con los cerdos uruguayos que nos se estaba teniendo en cuenta", agregó.

"Es interesante transmitir que tanto los profesionales de la salud como los consumidores podemos incluir el manejo de estas carnes dentro de las recomendaciones, para prevención de patologías asociadas a maal nutrición, pero también en tratamientos de los profesionales dedicados a diseñar planes de alimentación en personas con colesterol alto, por ejemplo, estas carnes no estarían contraindicados, al contrario, podrían contribuir por esa buena calidad de su perfil lipidíco, puede favorecer a alcanzar las metas que nos planteamos en esos tratamientos", dijo Martínez.

"Hay cortes que uno los deberia seleccionar para el consumo frecuente: solomillo, carré, pulpa de jamón y paleta de cerdo. Y hay otros que los manejamos como 'ocasionales'", señaló.