“Si este verano vas a broncearte, hacelo de la manera más saludable”, propone en un folleto el Maui Club Solarium. Allí se hace referencia a que las noticias difundidas sobre camas solares han sido “confusas”. Se explica que el riesgo depende del “exceso” y se destaca que “ofrecen” maximizar beneficios y minimizar los riesgos.
Sin embargo, en un comunicado oficial de la OMS con respecto al cáncer de piel, se expresa lo contrario. “El aumento del uso de camas solares, junto con el deseo y la moda de lucir una piel bronceada son las principales causas de este rápido aumento del cáncer de piel”, se escribe. Según datos del organismo internacional, se estima que en el mundo hay 60.000 muertes al año causadas por la exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV).
Por esta razón la OMS propone a los países que “formulen” leyes con el fin de “controlar” el uso de las camas solares. “Afortunadamente, las enfermedades de los rayos UV como los melanomas malignos de la piel y los tipos de cáncer son casi totalmente evitables a través de simples medidas de protección ", dice en el comunicado la directora de Salud Pública y Medio Ambiente del organismo, María Neira. Entre las medidas que se proponen está “evitar” el uso de lámparas solares y salones de bronceado, y además se recomienda que los menores de 18 años no lo hagan “en absoluto”.
Consecuencias de la cama solar
La cama solar emite UV y esa radiación se suma a la que se recibe habitualmente en la vida cotidiana, explicó a 180 la presidenta de la Sociedad Uruguaya de Dermatología (SUD), Daniela Bravo. “Eso tiene consecuencias como el envejecimiento cutáneo y el aumento de riesgos de cáncer de piel, ya que son dosis altas”, señaló.
Según explicó Bravo, exponerse a una cama solar no es menos riesgoso que estar al sol natural. “Con el sol tenés que convivir y por eso hay que tomar medidas para recibir el mínimo de radiaciones ultravioletas. La cama solar es un extra que lo podés evitar y por eso lo dermatólogos no aconsejamos el uso”, sostuvo.
Para este año, la SUD lanza un programa nacional de cáncer de piel y ahí va a estar la recomendación de no utilizar este tipo de servicio. “Cuando me consultan yo no aconsejo hacerlo e incluso he visto pacientes que vienen con quemaduras provocadas por las camas solares”, dijo Bravo. “Si una persona quiere tener un bronceado, hay productos que lo provocan por tinción de la capa córnea”.
Por otra parte, la dermatóloga señaló que el bronceado es un signo de “daño” en la piel.
El porqué de la importancia de proteger a los menores de 18 radica en que el 80% de la radiación UV que una persona recibe en su vida se da antes de esa edad. “Esa radiación es la que va a provocar en una edad adulta gente lesionada por el sol, la que va a producir arrugas, manchas, lesiones pre malignas y malignas”, explicó la dermatóloga Bravo.
En Uruguay no existe normativa de control
El jueves 11, La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria en Brasil prohibió el uso de camas solares. Sólo se podrá acceder a una con fines terapéuticos. La decisión se basó, según informó Folha de San Pablo, en el comunicado emitido por la OMS en julio de este año. Allí se explicaba que el uso de las camas solares antes de los 30 años, eleva en 75 % las posibilidades de contraer cáncer en la piel. Además, según publicó el diario La Nación, en Buenos Aires está prohibido el uso de camas solares a menores de 18 años desde junio de 2006. Además, está regulado el nivel de radiación UV que se puede utilizar.
En Uruguay no hay existe normativa para regular a los locales que ofrecen este servicio. Según dijo a 180 la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, la recomendación que se realiza es la que hace la SUD, pero no hay ninguna prohibición. Desde la división de Normas e Investigaciones del Ministerio de Salud Pública, confirmaron a 180 que no hay ninguna normativa que regule el uso de camas solares.
El director de Maui Club Solarium, Pablo Rotkier, contó que el público que utiliza camas solares, va de entre 25 a 50 años. “Tiene influencia el poder adquisitivo, por ejemplo un estudiante no gasta en la cama solar”, señaló. El precio de las sesiones puede ir de 120 pesos hasta 300, según el equipo que se utilice.
Inclusive, hay menores de 18 años que hacen uso, pero, según aclaró el dueño del local, están autorizados por sus padres, si no, no pueden acceder. “Nosotros nos basamos en los estándares internacionales y más allá de que no haya legislación, seguimos todas las normas que se marcan en el mundo”, señaló Rotkier.
Además, el director de Maui Club explicó que a cada persona se le da un tratamiento individual dependiendo del tipo de piel. “Si vos tenés antecedentes de familiares con problemas de cáncer de piel, te recomendamos que vayas al médico y sólo si el médico te deja, te permitimos tomar sesiones”, aclaró.
De todas formas, el “Manual de Oncología para el primer nivel de atención”, publicado por el Ministerio de Salud Pública, hace referencia a las camas solares. “La tendencia social al bronceado, recurriendo incluso al uso de “camas solares (...) puede ser tanto o más peligrosa que la irradiación solar. Esto es así porque estos equipos tienen un sistema de filtro que enriquece la radiación total UV, a fin de hacer más tolerable el proceso de bronceado”, se publica. “La combinación de radiación UV y mayor tolerabilidad explican el alto riesgo que implican estos equipos”, agrega.
La “mejor forma”
El director de Maui Club Solarium tiene una visión diferente de lo que está pasando. “No hay mucho misterio y están haciendo de la cama solar un cuco que no es. Sí tiene el mismo espectro que el sol, pero todo lo demás es desinformación. Lo que están diciendo es para asustar a la gente”, señaló.
En un folleto promocional del local, se dice que las noticias publicadas en los medios han sido “confusas”. “Lo que dijeron fue que está en el mismo riesgo que el gas mostaza y el arsénico. Yo soy ingeniero químico, sé lo que son los dos productos y no te vas a morir de cáncer si te tomás eso, vas a morir intoxicado”, sostuvo. “Las noticias fueron para hacer daño, porque no decía eso en el comunicado”, agregó.
Rotkier expresó que la “diferencia” entre lo que ellos hacen y el sol natural está en el aspecto “cuantitativo”, ya que “cualitativamente” es igual. “La radiación es la misma, pero con la diferencia de que la cama solar te evita la sobre exposición porque nosotros regulamos eso”, explicó.
La empresa Maui ofrece un mensaje diferente a las personas que quieran utilizar camas solares. “Si no querés broncearte y seguís recomendaciones, está bien; pero si por estética o salud decidís hacerlo, que sea de la mejor forma”, dijo su director.
Para la OMS y la SUD no existe una mejor forma de broncearse. Ya sea en una playa o en una cama solar, el bronceado siempre supone un daño en la piel, potencialmente cancerígeno.