Una muestra con “mirada optimista” a pesar de la catástrofe ambiental que denuncia

Quedan pocos días para visitar la muestra internacional Out To Sea, que busca generar conciencia sobre el impacto del plástico en los océanos y, por ende, en la fauna y en la salud de los humanos. Llegó este mes al hall del edificio central del Banco República y estará allí con entrada libre hasta el 18 de octubre.

Actualizado: 08 de octubre de 2019 —  Por: Redacción 180

La muestra nació en el Museo de Zúrich en 2012 y ya recorrió 20 ciudades, pero es la primera vez que viene a Sudamérica.

Además de mostrar montones de plástico que se juntaron en mares de todo el mundo (principalmente en la costa de Hawái), explica las características de los tipos de plásticos que hay, qué impacto causa cada uno en el ambiente, cuán fácil es reciclar cada tipo y para qué se usan.

También tiene mapas que muestran cómo se mueven las corrientes y en dónde se forman las “grandes sopas de basura”, e incluye información sobre cuánto demoran en desintegrarse algunos de los residuos que se encuentran con más frecuencia en el mar.

Uno de los mapas más llamativos es el que muestra la porción de residuos plásticos que están mal gestionados en cada país: Uruguay no está tan mal, EEUU está muy bien y los peores son los de África, Asia central y del sur, y las islas del norte de Oceanía.

También concientiza y da información sobre qué podemos los ciudadanos comunes para reducir la llegada del plástico al mar. También hay folletos de la Intendencia de Montevideo (IM) que explican con bastante claridad cómo clasificar los residuos en casa.

Emprendimientos esperanzadores

En la muestra se pueden ver algunas soluciones que empezaron a implementarse en el mundo: además de los pañales de tela (modernos, no como los de antes) y cepillos de dientes con mango de bambú, hay fábricas que hacen ropa con restos de cuerdas para pesca o que hacen juguetes con plástico reciclado.

Se pueden llevar celulares viejos porque hay una urna que los junta para luego separar sus materiales para reciclarlos.

Erika Hoffmann, una de las curadoras de la exposición, explicó a No toquen nada qué se puede hacer en Uruguay para reducir la llegada del plástico al océano.

“Esta es una muestra que propone una mirada muy positiva u optimista de lo que podemos hacer con la basura de plástico. Plantea la catástrofe ambiental que hoy estamos generando, propone alternativas que están al alcance de la mano de ciudadanos, tomadores de decisión, empresas, cada uno a su nivel. Hay una muestra de qué es lo que se puede hacer con los plásticos. Una red de pesca que quedó vieja se puede transformar, por ejemplo, en un hilo de nylon con el que se pueden confeccionar prendas de diseño de primer nivel, camperas, ropa deportiva, calzas o zapatillas de correr. En la propia muestra hay ropa deportiva que está hecha con desechos plásticos algunos sacados del propio océano. Otra parte de la muestra tiene, por ejemplo, envases alternativos a los que estamos acostumbrados a ver. Por ejemplo, toda la línea de cosméticos tiene en general envases de plásticos y acá nos muestra algunos otros envases de vidrio”, comentó Hoffmann.

Algunos números

Aunque los consejos que ofrece la muestra no parecen tener el propósito de hacerte sentir mal, hay algunos datos impactantes que se pueden ver en el recorrido.

Cada año se fabrican 300 millones de toneladas de plástico.

En 2016, en el Día Internacional de la Limpieza de Playas, se encontraron más de 500.000 sorbitos (que tardan hasta 500 años en descomponerse), cerca de un millón de botellas de plástico y 1.300.000 envoltorios de comida.

También son frecuentes los residuos de la pesca y algo sobre lo que quizás no seamos tan conscientes: los cepillos de dientes, que tienen un proceso de descomposición que oscila entre los 400 y los 1.000 años, pero nunca terminan de desintegrarse por completo sino que se transforman en microplástico que terminan afectando la fauna y la flora de los océanos.

Hoy en día ni un solo metro cúbico de agua de mar está libre de partículas plásticas.

La exposición se declaró de Interés Departamental por la Intendencia de Montevideo, de Interés Ministerial por Turismo, Vivienda y Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y Educación y Cultura.

Estará abierta al público hasta el 18 de octubre de lunes a viernes de 9:00 a 18:00; de 9:00 a 13:00 únicamente con agenda previa de visita guiada, y de 13:00 a 18:00 bajo dos modalidades: abierta al público en general y con agenda previa para grupos e instituciones.