Canzani explicó en No toquen nada de DelSol 99.5 que al analizar los resultados de la última elección “la tentación siempre es ver qué pasó en la campaña”, cuando en realidad hay factores de corto, mediano y largo plazo. Comentó que “la campaña se decide en el corto plazo pero sobre cosas que pasaron antes”.
Dijo que los factores de largo plazo tienen más que ver con las creencias de la población y, en ese sentido, la percepción de Canzani es que “el Frente Amplio fue perdiendo pie en algunas cuestiones como, por ejemplo, los marcos de referencia con los que la gente interpreta la realidad”. Como ejemplo puso a la política de seguridad, y dijo que en el comienzo “estaba centrada mucho más en la prevención que en la represión, y ese era un marco aceptado por la enorme mayoría de la sociedad uruguaya, mientras que hoy es totalmente distinto, entonces el espacio para hacer políticas de determinado tipo se va achicando”.
Sobre los factores de mediano plazo dijo que refieren a la evaluación de la gestión del gobierno, o con la popularidad de las figuras políticas. “Ahí también el Frente Amplio sufrió un deterioro. Este fue el primero de los gobiernos del FA que tempranamente registró una caída en el nivel de aprobación. Esto se dio ya a mediados de 2015. Hay distintos factores, esto tiene que ver con la discusión presupuestal, con distintas aristas de la declaración de esencialidad (de la educación) pero, a mi juicio, también con el nombramiento del gabinete por parte de Vázquez muy tempranamente que generaba un cierto divorcio entre la aprobación del gobierno y algunos electores frenteamplistas”, comentó Canzani.
Otro aspecto que mencionó fue que varios personajes públicos del partido “que solían ser los más valorados en el país, empezaron a perder valoración de forma importante”, algo que si bien “ocurrió con todo el liderazgo político uruguayo, el más perjudicado fue el FA porque era el que tenía los líderes más valorados”.
También, dijo que los rendimientos diferenciales en la campaña se deben a que algunas temáticas pesan más en algunos lugares que en otros. Dijo que si bien la seguridad es importante en todo el país, también lo es la economía, y allí había que recordar el papel que fue el movimiento Un Solo Uruguay, como novedad. “Este movimiento pegó bastante en la agenda pública, sobre todo, en los departamentos en los que la producción agrícola-ganadera tiene mucho peso”, indicó.
Sobre una posible explicación para el crecimiento del FA entre octubre y noviembre, Canzani dijo que “en una segunda vuelta se hace mucho más fuerte el énfasis comparativo”. Indicó que el voto suele tener dos dimensiones: una afirmativa (voto lo que me gusta, lo que valoro, lo elijo) y una de lo que menos me disgusta. Para Canzani, en la votación de octubre operó una visión que “tiene algo de comparación, pero menos de lo que tiene noviembre”, en la que, de alguna manera, se elige “de qué lado estás”.
Consultado sobre los motivos del crecimiento de unos ocho puntos que consiguió Daniel Martínez entre octubre y noviembre, Canzani dijo que es algo complejo de identificar, y que no eran lo mismo los resultados de las encuestas que se divulgaron hasta el miércoles y jueves de la semana previa al balotaje que otras encuestas que siguieron entrevistando hasta el domingo de la elección.
“Nosotros tuvimos información el domingo en la mañana de que, efectivamente, las distancias se habían achicado de manera importante y eso había pasado fundamentalmente por las mediciones de jueves en adelante”, comentó Canzani.
Sobre ese hecho, tenían algunas hipótesis. En primer lugar, dijo que el video en el que Guido Manini Ríos llamaba a los militares a que no votaran al Frente Amplio “tuvo peso, y es razonable pensar que así haya sido”. De todas formas, dijo que cerca de la mitad del crecimiento se dio como parte de un realineamiento rápido después de la primera vuelta, casi de forma automática. Para Canzani, esto “tiene mucho que ver con el efecto comparación: qué es lo que me ofrece la otra parte”. Dijo que esto no se refería a que el elector votara en contra de un candidato más que a favor de otro, sino a “qué es lo mejor de estas dos” opciones.
El director de la Fundación Líber Seregni indicó que desde el FA se trabajó con el concepto del “riesgo” que generaba un posible gobierno del Partido Nacional, y dijo que no consideraba que eso fuera una campaña “mala leche”. “Si yo creo que lo otro tiene riesgos lo voy a decir, como lo han dicho sobre el FA un montón de veces. Lo que estamos diciendo es que un gobierno de Lacalle y con estas características, tiene este conjunto de riesgos”, añadió.
Canzani también dijo que tenían estudiados cuáles eran los riesgos más percibidos por la población en caso de que se diera una victoria de Lacalle Pou. “Claramente, había un conjunto de riesgos que tenían que ver con la orientación de algunas políticas públicas, con la política laboral y algunos aspectos de la política económica. Otro conjunto de riesgos tenía que ver con el peso de Cabildo Abierto y Manini Ríos dentro de la coalición. Otro, con la estabilidad de la coalición en el mediano y largo plazo. Sobre eso se insistió en la campaña de la segunda vuelta porque efectivamente pensamos que son riesgos relevantes”, dijo Canzani.
Para el sociólogo, es probable que sobre el final haya incidido el tema de Cabildo abierto, aunque dijo que si tuviera que hacer una hipótesis hoy en día, diría que “esos ocho puntos vienen una parte de votos colorados, una parte de votos de Cabildo Abierto y otra parte de partidos menores y, eventualmente, de voto reactivo en la primera vuelta; diría que es tres, tres y dos, pequeños porcentajes”.