El planeta se enclaustra y espera llegar al pico de la epidemia

El temor a una recesión en Alemania y la parálisis en Estados Unidos lastraban las bolsas este lunes, mientras cuatro de cada diez habitantes del planeta debían enclaustrarse con la esperanza de doblegar la progresión de la pandemia COVID-19.

Actualizado: 30 de marzo de 2020 —  Por: Redacción 180

El planeta se enclaustra y espera llegar al pico de la epidemia

El barco hospital fondeado frente a las costas de Nueva York (Bryan R. Smith / AFP)

El balance de casi 35.000 muertos no para de crecer, en particular en Europa con más de 25.000 decesos, las tres cuartas partes concentrados en España e Italia.

En ese marco nada parecía tranquilizar a las bolsas europeas, que operaban en rojo el lunes, al igual que los mercados asiáticos, pese a que Wall Street abrió en verde.

La economía alemana, motor de Europa, podría derrumbarse entre un 2,8% y un 5,4% en 2020, según el comité de expertos que asesoran al gobierno de Angela Merkel.

"La multiplicación de casos de coronavirus en Estados Unidos, que parece excedido por la situación", es también "motivo de preocupación" para los mercados, según John Plassard, especialista de inversiones en Mirabaud.

Con al menos 140.000 estadounidenses infectados de los más de 700.000 casos oficialmente reportados en el mundo, el presidente Donald Trump ha dejado de tomarse el coronavirus a la ligera.

"Potencialmente, 2,2 millones de personas" habrían podido morir por el coronavirus "si no hubiéramos hecho nada", reconoció el mandatario estadounidense el domingo.

Según su asesor sobre la pandemia, el doctor Anthony Fauci, el nuevo coronavirus podría provocar "entre 100.000 y 200.000" muertes en la primera potencia mundial, que ya registra 2.400. 

El miedo a que la locomotora mundial se detenga también influía en los precios del petróleo. El barril de Brent cayó el lunes a 22,58 dólares, unos valores que no se veían desde 2002.

Con más de 3.380 millones de personas instadas a quedarse en casa, en torno al 43% de la población mundial, los transportes están prácticamente paralizados y la demanda de oro negro también.

Pero el confinamiento es difícil de cumplir en numerosos países, en especial en África y América Latina.

"Estamos dispuestos a respetar la cuarentena, pero ¿cómo la respetamos si diariamente tenemos que buscar agua tres y cuatro veces? No quiero salir de mi casa pero ¿cómo hacemos?" se pregunta la venezolana Eva, una jubilada de 62 años, que sale con mascarilla y guantes de hule a buscar agua en Caracas donde el suministro falta en muchos sectores.

Las medidas de confinamiento suscitan a veces incomprensión en África subsahariana, donde gran parte de la población vive con menos de dos dólares al día y depende de la economía alternativa para sobrevivir.

En Zimbabue, uno de los países más empobrecidos de África donde la policía patrullaba activamente en las calles de Harare para hacer respetar la orden de confinamiento, los habitantes se lamentan de la suspensión brutal de los transportes.

"Hubiéramos preferido pasar estas tres semanas en nuestro pueblo, donde no necesitamos comprar todo", dice Most Jawure, que espera un autobús que no viene. "No puedo alimentar a mi familia si no trabajo".

La situación económica es preocupante para los países en vías de desarrollo y los expertos de Naciones Unidas dijeron el lunes que son necesarios dos billones y medio de dólares para ayudarlos a enfrentar la pandemia.

Segun ellos se necesita un billón de dólares en inyección de fondos, otro billón en condonación de deudas y 500.000 millones en subvenciones para servicios de salud de emergencia y programas de ayuda social.

En espera del pico

Allá donde el COVID-19 hace estragos, se espera con impaciencia el pico de la epidemia.

Estados Unidos considera alcanzarlo en "dos semanas", según Trump mientras en Europa, las autoridades sanitarias creen estar llegando. Al menos eso deducen las autoridades al ver los tímidos descensos en los balances diarios que comenzaron a registrarse hace tres dias en España e Italia.

"En todos los servicios de urgencias, se registra una reducción" en la llegada de pacientes, dice Giulio Gallera, responsable de salud de la región italiana de Lombardía.

"La tendencia con las medidas de aislamiento se está reduciendo", dijo por su lado, con incipiente optimismo, María José Sierra, del centro de emergencias sanitarias, que sustituyó a su jefe Fernando Simón, infectado por la COVID-19. 

En Francia, donde más de 2.600 personas han muerto, el personal sanitario está a tope.

"Cuando me despierto, lloro. Durante el desayuno, lloro. Cuando me preparo, lloro. En los vestuarios del hospital enjugo las lágrimas. Inspiro, expiro. La gente en las camas llora y soy yo que tiene que enjugar sus lágrimas", decía sobrepasada en Facebook Elisa, enfermera en la ciudad de Besançons (este).

En América Latina, donde se han registrado 348 muertes y casi 15.000 infectados, varios países anunciaron el prolongamiento de las medidas de confinamiento en un intento de estrangular en sus inicios la curva indomable.

Argentina extendió el aislamiento social obligatorio hasta el 12 de abril y Guatemala también prolongó hasta esa fecha el toque de queda parcial en vigor, mientras que El Salvador lo mantendrá hasta el día 13.

La buena noticia se registró en Colombia, donde la guerrilla ELN, anunció un alto el fuego de un mes por la pandemia.

AFP