El sistema penitenciario “es el CTI de la sociedad”, definió Petit en No toquen nada. Y como todo CTI produce malas noticias. Pero “también hay milagros y muchas cosas buenas que ocurren, muchos avances”.
La mirada social y política está siempre condicionada por lo negativo. “Seguramente nos gusta más inaugurar un laboratorio tecnológico, aulas, carreteras, escuelas, puentes, hospitales que una cárcel”, afirmó Petit. Entonces, el sistema carcelario va quedando rezagado.
Un rezago que en Uruguay ya tiene 12.000 presos lo que lo convierte un sistema “absolutamente infinanciable” para cualquier gobierno. Esto obliga a replantearlo y buscar alternativas, dijo el comisionado.
“Tenemos un enorme problema porque cuando es infinanciable se vuelve muy bajo en contenidos. Recordemos que el objetivo, el sentido de la cárcel, de acuerdo a lo que estableció el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos es el tratamiento, trabajar sobre la persona. No es solamente para castigar, guardar o inhabilitar”, afirmó.
Pensar en a rehabilitación, desde su perspectiva, es una obligación más allá de lo que indica la Constitución. Todos los meses hay 700 personas que salen de las cárceles y vuelven a la sociedad.
“Si no hay tratamiento va a haber más delito y un sistema gigantesco e ineficiente tiene imposibilitado hacer un tratamiento. Entonces en vez de ser un elemento curativo, un filtro, se va a transformar en una fuente de delito”, advirtió.
Eso es lo que ya sucede frente a una sociedad que reclama que haya más presos y percibe al sistema judicial como benigno. Petit consideró que eso es un error. Si el sistema fuera benigno, dijo, no tendríamos una cantidad de reclusos que coloca a Uruguay en el lugar 28 en más de 200 países comparados en la cantidad de presos en proporción a los habitantes.
“Hay una cantidad de estereotipos, a veces formados por noticias sueltas o muy impactantes. Lo que se dice habitualmente es que la policía los agarra y los presos salen por la otra puerta, que están muy poco tiempo, que delinquen desde la cárcel, que no quieren hacer nada, que van a seguir delinquiendo toda la vida, que los jueces son blandos y que los fiscales miran a la Luna. Si fuera así, no tendríamos el sistema penitenciario gigante que tenemos”, afirmó.
Para Juan Miguel Petit, que no descartó presentarse a una reelección para el cargo por cinco años más en octubre, “nadie está planteando que no haya privación de libertad, el tema es que tiene que ser una privación de libertad eficiente, inteligente, llena de contenidos”.
“Un sistema gigantesco nunca va a poder tener contenidos por lo que va a ser un círculo vicioso. Al ser ineficaz va a generar más delitos. Al haber más delitos, va a haber más presos. Al haber más presos va a ser más ineficiente. Un circuito que en algún momento colapsa”, señaló.
