Este jueves, empresarios, trabajadores y el gobierno presentaron un protocolo muy restrictivo, según dijo el secretario de presidencia Álvaro Delgado. El protocolo incluye el testeo de clientes.
El horario de los centros comerciales será de 12 a 20 horas de lunes a viernes y de 11 a 20 los fines de semana. Podrá hacer una persona cada cinco metros cuadrados. Las plazas de comidas solo estarán habilitadas para la venta en el mostrador o para envíos. No se podrá permanecer en las mesas.
La posibilidad de comer en las mesas se habilitaría dos semanas después.
Los mayores de 65 años tendrán preferencia en las dos primeras horas de funcionamiento, tal como se hace en los supermercados.
Se prohibirá concurrir con algún síntoma de COVID-19 o si se está en aislamiento por contacto con algún caso positivo. Habrá control de temperatura mediante cámaras termográficas, uso de mascarillas para ingreso y permanencia, distanciamiento físico mínimo de un metro y medio en la circulación y baños y de dos metros en las cajas.
El protocolo también exhorta a evitar aglomeraciones, desestimula el uso de ascensores y solicita limitar la interacción con otras personas al mínimo posible.
Los locales comerciales deberán disponer de dispensadores de alcohol en gel y señalizar los puntos de detención en las cajas, para que se mantenga la distancia de dos metros entre personas.
Aunque no es obligatorio, se solicita que haya mamparas de acrílico frente a las cajas o mostradores.
“Con respecto a la ropa que sea tocada o probada por el cliente, podrá desinfectarse con vapor de agua o, en caso contrario, mantenerla aislada durante 48 horas. Los probadores deberán utilizarse de manera intercalada para mantener la distancia de un metro y medio entre personas. Luego de cada uso se procederá a su desinfección, sobre todo en pomos, manijas, percheros, sillas y bancos”, establece el protocolo.
